Después de llevar una semana explorando Hong-Kong, fuimos a conocer la isla de Lantau y el contraste con las prisas, el ajetreo,el trafico y el bullicio de Hong-.Kong con la paz y la tranquilidad que se respira en Lantau me parecieron maravillosos.
Disfrutamos de la visita antes de empezarla, ya que llegamos a la isla a través del Ngong Ping 360 y una vez superados los agobios y la pesadez de las colas, el impresionante paisaje que puedes disfrutar es un verdadero regalo, cuando te vas aproximando vas teniendo la primera visión del Buda Gigante, que realmente lo es y una vez que desciendes del teleférico se te ofrecen un montón de posibilidades desde sentarte en una terracita a tomar algo y relajarte, a subir las escaleras para ver el panorama que se ofrece desde la parte superior del gran Buda, curiosear por los distintos puestos de souvenirs, comprarte algún plato típico en los numerosos puestos que encontrarás por el camino y sentarte simplemente a saborear la comida, visitar el templo o participar en otras actividades,
Seguro que encuentras algo que te guste y te divierta.
Todo ello al aire libre y con unas preciosas vistas rodeado de verde.