Miramos en Google para encontrar una vinoteca y vimos que estaba esta con muy buenas crÃticas. Fuimos nos sentamos y cuando miramos la carta nos sorprendió que en vez de una carta de vinos solo habÃa tinto, blanco y rosado, asà sin más, en lo que se supone que es una vinoteca. Finalmente, decidimos pedir una botella de blanco. Cuando nos lo trajo pedimos una tabla de queso y embutido. Nos dijo que le faltaban ingredientes y que tenÃa que ir a comprarlos y que tardarÃa unos 20 minutos. Como no tenÃamos prisa, le dijimos que vale. Pasó más de cincuenta minutos y él seguÃa sin aparecer, justo cuando estuvimos a punto de irnos por desesperación, apareció. Pasaron otros diez minutos hasta que apareció con la tabla y no nos pidió ningún tipo de disculpas. En definitiva, el vino y la tabla nos gustaron, pero a parte de que eso no es una vinoteca, se le tendrÃa que caer la cara de vergüenza tener a los clientes más de una hora esperando para comer una cosa (que era una de las dos únicas opciones de la carta) y no tener ni la mÃnima decencia de pedir perdón y incluso tener algún detalle en la cuenta o ofrecernos otro vino. No volveremos y mucho menos lo recomendaremos.