Conozco por haberla visitado mas de una vez esta pequeña ciudad uruguaya, que Nicolas Mihanovich soñó transformarla en un Montecarlo rioplatense en los principios del siglo XX, un negocio mas (juego y diversión) asociado al naviero que ya tenía. Pasado el tiempo quedaron como recuerdo abandonadas construcciones del fallido emprendimiento. Por suerte quedan restos de un pasado histórico virreynal de la Provincia Cisplatina del Brasil o Portugal, su metrópolis de aquel tiempo, en su casco histórico que se puede recorrer en un par de horas sin apuro. La secretaría de turismo brinda información y planos que hacen innecesario un guía turístico. Como dije la ciudad, en particular el casco histórico es muy pequeño.
Me parece que es excesivo el precio que pretenden cobrar por la excursión, se puede hacer lo mismo pagando solamente el 25% de la tarifa indicada. Esta es solo para turistas extranjeros incautos. Sean razonables, no espanten al turismo !!!
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