Cuando hacían trabajos de mejoras en esta casa del centro de Rio, encontraron restos humanos, porcelanas y cerámicas en lo que resultó ser el lugar donde "desechaban" los cuerpos de los esclavos que no lograban sobrevivir a la cuarentena a la que eran sometidos antes de ser vendidos. Lo importante de esta visita es reconocer y recordar lo terrible de lo que allí ocurrió, "La verdad consiste en evitar el olvido, hay un deber de memoria, principalmente en relación a lo que duele e incomoda", Jacques Le Goff. Es una visita para quienes están interesados en los procesos humanos, en la historia.