A Bristol ya no se le atribuye su antiguo calificativo de ciudad naviera y manufacturera de barcos. La ciudad se está transformando en un lugar que visitar con clase y muy refinado.
La vieja industria está siendo reemplazada por la nueva vida nocturna, la cocina moderna y una actividad de noche que puede competir con cualquier otra de Inglaterra .
Aquellos que la visiten podrán disfrutar de una amplia variedad de restaurantes, desde sofisticados panasiáticos, hasta mediterráneos clásicos y británicos tradicionales. Los comercios son también populares, y el mercado St. Nicholas Market y las Mall Galleries ofrecen algo para cualquiera que esté dispuesto a comprar o, sencillamente, mirar escaparates.
En la actualidad, Bristol es sede de numerosos museos y galerías de arte, entre ellas el museo British Empire and Commonwealth Museum y el City Museum and Art Gallery . La Catedral de Bristol es también un famoso destino turístico.
Si te diriges a Bristol desde dentro de Gran Bretaña, hazlo por tierra. Hay autobuses y trenes que te transportan a puntos dentro del país, incluidas la mayor parte de las principales ciudades inglesas, desde Londres hasta Stratford-upon-Avon y Glastonbury. Los autobuses salen de la mayoría de los sitios con frecuencia, pueden ser desde uno al día hasta uno cada media hora.
Hay trenes a Londres, Exeter, Plymouth, Penzance, Glasgow, y Birmingham . Bristol es el principal eje ferroviario del centro de Inglaterra.
El Aeropuerto Internacional de Bristol (código de aeropuerto BRS) fue el noveno más concurrido de Reino Unido en el 2009. Veinticinco aerolíneas despegan y aterrizan en él.
Las rutas más frecuentadas del Aeropuerto Internacional de Bristol son las que van a Dublín, a Edimburgo, a Ámsterdam, a Glasgow, y a Alicante .