Necesita una reforma urgente. Está descuidado y la limpieza es deficiente. Las habitaciones que se anuncian en las fotos no coinciden para nada con la realidad, por lo menos la que yo ocupé. El desayuno es carisimo, 9 euros por dos tapas de pan de molde por persona (ni siquiera había pan fresco) encima no estaba fresco tampoco. Algo de embutidos y paquetes de mantequilla y mermelada. Los tarros que contenían los cereales no me atreví ni abrirlos. También había huevo duro, evidentemente no eran huevos frescos, al pelarlos la yema estaba negra. El café con Leche frío. Las habitaciones no tienen neverita, eso sí, las toallas secaban bien y parecían limpias. Se oye muchísimo el abrir y cerrar de las puertas, y en general cualquier ruido. Papel higiénico escaso y rollo usado (protocolo coronavirus). La zona de la piscina está completamente abandonada. Hay una salta techada muy sucia. También hay que decir que el personal es muy amable.…
Habitacion en pésimo estado,piezas de baño sin mantemiento y fuerte mal olor procedente del bajante de la ducha.Zona exterior descuida con piscina verde.Desayuno pésimo. personal con máquinas trabajando junto a clientes. Necesita reformas urgente y nueva gestión. Está en un lugar privilegiado.
Es un hotel rural ubicado en un lugar privilegiado. Algo muy positivo es lo cuidadas que están las zonas comunes. El jardín y la zona de la piscina muy bonito. Sin embargo, la habitación creo que necesita una reforma con algunos cambios. El baño y especialmente la ducha considero que no cumple mínimos para un hotel. Por otra parte, tuvimos muchos mosquitos por las noches. Terminamos con muchísimas picaduras. Hacía demasiado calor para dejar la ventana cerrada y con la ventana abierta sin mosquitera termina uno la noche con bastantes picaduras. Por otra parte, el desayuno de buffet era variado y cuidaban la higiene. Los encargados eran muy amables.
Reservamos una "suite" el día 14/7. La suite estaba llena de mosquitos y no existe una mosquitera. (ninguna habitación lo tiene). Además hace calor en verano, pero no se puede abrir una ventana, para que no entran más mosquitos. No cerramos ni un ojo y a las 4 horas de la mañana nos marchamos para terminar esta pesadilla y lucha con los mosquitos. La cortina de la ducha cuelga fuera de la plataforma ducha, y por eso no se puede ducharse sin mojar el suelo del baño. Un día un cliente se cae... Es una lástima que el dueño del hotel no invierte nada en este sitio emblemático. Los gerentes, una pareja, son muy amable y tratan todo para dar satisfacción a los clientes - pero sin recursos adecuados no pueden cambiar el mal estado del hotel. Sin reformas no recomendamos una estancia.
Un lugar estupendo que abraza a los peregrinos que hacen el Camino. Un trato excelente por parte de las personas que lo gestionan. Nos recibieron muy bien y nos arroparon. Un sitio mágico a medida que cae la noche y la niebla lo envuelve todo. Repetiré sin duda.
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