Estuvimos muy a gusto, el sitio está en medio de la naturaleza y se respira tranquilidad, hay una piscina muy bonita y animalitos para los peques. La habitación doble estaba muy limpia y el colchón cómodo, quizas se podria mejorar la ducha ya que se salia el agua fuera. El desayuno por 7 euros es un poco flojo en cuanto a calidad, esperaba que fuera mas casero pero la cena por 16 euros estaba muy rica, todo casero y como si comieras en casa de tu madre. La habitación doble son 60€ en agosto por lo que tiene buena relacion calidad-precio.
Tiene una gran relación calidad precio ya que en nuestro caso pagamos 60 por noche y habitacion sin desayuno en agosto, un precio bastante imbatible. El entorno, una casa rústica típica del Delta en medio de los arrozales, es inmejorable. Y además no muy lejos de playas y a 10min en coche de Amposta donde hay de todo. La piscina estupenda. La habitación pequeña, con cama de matrimonio pequeña pero cómoda, estancia austera pero agradable. Quizás el punto más débil fue el baño, que necesita una reforma. Con cuatro detalles como un cambio de cortina, teléfono de ducha, escobilla WC o poner pinchos para colgar las toallas, mejoraría bastante y no cuesta nada. Desayuno de 7€ correcto pero no espléndido. Cena por 16 buena, Inma cocina muy bien y se adaptó a mis necesidades, cosa que agradecí mucho. En definitiva muy buena experiencia y recomendable.…
Mi hija me regaló unos días por mi aniversario en Mas del Tancat ¡¡ y la experiencia ha sido muy positiva, la casa muy tranquila en medio de los campos de arrozales, y la piscina estupenda, cuando vienes con esas calores ¡¡ se agradece un bañito ¡¡ la Inma muy amable y atenta en todo momento ¡¡ si quieres quedarte a cenar ningún problema ¡¡ aunque lo avisés un poco, tarde siempre improvisa algo en plan informal que es lo que me gusta ¡¡ Nos hizo una ensalada recién cogida de su huerto?, espectacular, a los de ciudad le damos mucho mérito ¡ los desayunos muy buenos y cantidad y la mermelada que hace la Imma buenísima ¡¡ repetiremos sin duda con mi nieta que seguro le encantará Volveremos seguro ¡¡¡
Precioso lugar, la casita, Inma la dueña adorable, es de esas personas que te dan confianza; su cocina muy rica y con mucho cariño. La casa te hace sentir como en la tuya propia. Estuvimos 4 noches, no lo concíamos y el entorno es una maravilla para desconectar y encontrar tranquilidad. Las habitaciones muy bien. un sitio precioso, queremos volver! Además Inma muy dispuesta a explicar cosas y sitios que conocer de la zona, ya que son un punto de información del Delta. Marina y Kike
Al llegar ya te sientes como en casa. Esta masía, regentada por una pareja muy amable, es perfecta para desconectar del mundo. Aislados en silencio y con unas vistas al delta maravillosas. La masía muy bien cuidada y las habitaciones grandes. Ademas el sitio cuenta con animales y los niños se lo pasan muy bien dando de comer a patos, burros y gallinas, además de la perra y los gatos.
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