Bastante cutre todo y carente de servicios. La habitación tiene unas instalaciones bastante anticuadas. En nuestro caso una bañera llena de picotazos que daba cosita. Los servicios muy muy flojos. Para comer un buffet muy cutre y de baja calidad por 21€. No hay mas opción. Para cenar a parte del mencionado buffet, hay una brasería y un italiano. Nos decidimos por la brasería, que estaba medio vacía, y lo primero que nos comentan es que tengamos paciencia, que van un poco apurados. No me quiero imaginar como será cuando se llene. Por lo menos la comida es de bastante mejor calidad que el buffet. Las termas decepcionantes. no había una piscina de agua caliente, porque lo mas era templada. Mi mujer es muy friolera y de los 75 minutos ha estado 20 y se ha vuelto a la habitación. El entorno es lo único que tiene que merece la pena, pero no merece tanto como para repetir.…
Muy caro para el servicio prestado. la calidad del desayuno y la cena es muy justa, muy poca variedad y la calidad del producto muy justa, lo peor, el zumo de naranja concentrado. La cena de noche vieja muy mal organizada tanto en ubicación como en el horario.
Hicimos la reserva de una habitación doble estándar con un año de antelación. Llegamos al hotel y, para nuestra sorpresa, nos asignan una habitación cuádruple con dos camas y una litera cutre. Reclamamos en recepción y nos comentan que no hay disponible una habitación con cama de matrimonio. Además, el señor argentino de recepción bastante desagradable y no te informa de nada. Instalaciones totalmente obsoletas y sin mantenimiento: televisión de la prehistoria que ni funciona, paredes sucias, poca iluminación en todo el hotel, techos con humedades... El spa bastante mediocre y demasiada gente, cero silencio ni relajación. El buffet de la cena es de muy mala calidad. Las copas en el bar a precio de oro: 10,50 €/copa. El buffet del desayuno lo mas decente por la variedad, pero la comida es de muy mala calidad. Desde luego, que este hotel NO tiene 4 estrellas.…
Hemos pasado un fin de semana super agradable en pareja. Tras leer las múltiples pésimas opiniones de clientes, fuimos con algo de miedo, y nos hemos dado cuenta de que la gente se queja por quejarse. El hotel Continental tiene todos los servicios que se esperan en un hotel de su categoría. Limpieza y confort correctos; los desayunos estupendos con variedad de zumos, panes, mermeladas, embutidos, repostería.... Las cenas correctas con variedades de carne y pescado y verduras. El balneario (con acceso directo desde el hotel) un lugar agradable donde relajarte y disfrutar. Sin duda un acierto y una gran elección.
El hotel es un edificio gigante, conectado con el balneario. Es cierto que tiene detalles de mantenimiento por pulir, pero en un edificio tan grande y "de diseño"... suele pasar. Nada que funcionalmente nos afectara. Las habitaciones son muy amplias, ideales para familias con niños, como en nuestro caso. Buena temperatura y buenos colchones. Baño grande, y bañera con buena presión de agua. Los desayunos estuvieron muy bien, y en las cenas, aunque quizá falta un poco de variedad (hasta cierto punto es lógico por la poca cantidad de clientes), lo que había estaba bien cocinado. El balneario es una auténtica pasada, grande y con muy buenos servicios. A destacar la piscina exterior, bien calentita, que se agradecía infinitamente en un día super frio... y con las mejores vistas imaginables. Además, nuestros niños pudieron disfrutar del balneario perfectamente, sin pegas. Volveremos, sin duda, en unas fechas más de verano para poder aprovechar las opciones de senderismo de los alrededores, ya que por el mal tiempo nos tuvimos que quedar con las ganas...…
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