Maravilla de casa del siglo XIII y de entorno. Con Esther, persona muy interesante, como en casa. No se me olvida el desayuno espectacular. Los detalles de buen gusto, impecable. Esperamos volver pronto
Fuimos a Eibar a presenciar la primera jornada de Liga Eibar Huesca, todo y lo complicado de encontrar habitacion en estas fechas de agosto la señora de la casa Esther se preocupo por darnos su hospitalidad , la casa del s.XII preciosa y muy bien conservada, con la habitacion que no le faltaba ningun detalle,bonitas vistas al valle y la ciudad de Eibar, lugar tranquilo arriba en la montaña Recomiendo para todos los que visiteis Euskadi por estar ubicado en medio del eje Bilbao , Donosti y Gasteiz Gracias Esther por todo Ah el almuerzo de categoria otro 10 Productos ecologicos buenisimos elaborados por la familia Apa Agur
La casa está retirada de Éibar en lo alto de la montaña. Tiene unas vistas de 10. Se respira tranquilidad, calma. La propietaria, Esther, se portó genial con nosotros en todo momento, pendiente de si queríamos información de visitas, sitios para cenar o comer,.... todo fue estupendo. Por poner una pega diría que se podría dar cenas en la casa, ya que está apartada de Éibar y si has estado todo el día de turismo puede que no te apetezca bajar, Recomendable 100%
La casa es una verdadera maravilla antigua, acogedora y muy bien cuidada. La habitación también lo es, aunque tiene una ventana sin cortina que te molesta el descanso a la mañana si eres de preferir oscuridad. El paraje es divino, con la montaña, su valle, las ovejas... Resaltamos el desayuno. Es completísimo, pan y bizcochos caseros, queso ecológico hecho por los propietarios, zumo de naranja fresco, cafetito con leche.. yogures.. verdaderamente fantástico. Lo único que hace que nuestra estancia no haya sido redonda es el carácter controlador e intrusivo de la dueña. Por un lado te explica todo lo necesario, pero es redicha y sigue contándote sus anécdotas sin ver si a ti te apetece escucharlas. Al irnos nos enseñó unas telas de distintos viajes que ha hecho y sus percepciones. Cuando mi pareja y yo le contábamos algo de nuestros viajes, ella no escuchaba sino que doblaba la apuesta en un ciclo de yo más y yo más y yo más. Mi pareja y yo hemos viajado muchísimo y nos ha parecido una situación ridícula y empalagosa. Incluso nos ha dejado caer que por allá por los 90' hizo un crucero del Mediterráneo hasta Rusia, y nos ha insinuado, que era tan exclusivo que a eso nosotros no podremos llegar.. que ahorremos, que ahorremos, que seguramente ni así llegaremos!!! Increíble el nivel de clasismo y ostentación. Señora!! Qué sabe usted de los viajes que hemos hecho.. y muchos de ellos absolutamente increíbles y de pequeños y grandes presupuestos. Esther es una reina de su castillo, que te muestra su poderio pero luego te controla cada pasito que das. Creo que necesita un escenario y muchos súbditos. Un poquito de humildad y humanidad y sería una súper experiencia. Por el resto, una verdadera maravilla. Consideramos la discreción y la consideración muy importantes como parte de las experiencias que tomamos. Esther necesita que la oigan y mover su bata de cola cuando quizá el que llega quiere tanto escuchar la cultura y costumbres del lugar tanto como ser oído.…
Antiguo caserío rehabilitado en medio de la montaña, a 1km (eso sí, cuesta arriba) de Eibar. El alojamiento es muy acogedor y las habitaciones amplias, limpias, calientes y muy bonitas. Esther, la dueña, es un encanto. Muy atenta, detallista y amable. El desayuno es rico, con pan y bizcocho caseros entre otras cosas. Todo muy ecológico! La mala suerte es que no he podido disfrutar de la terraza y del entorno por la lluvia...a la próxima. 100% recomendable.
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