Es un Hotel familiar, la atención destaca enormemente. La habitación preciosa, señorial, amplia. El servicio con un gran jacuzzi que nos encantó. Todo muy limpio e higienizado. Los pequeños detalles que hacen el trato exquisito como el desayuno. Buena situación, cerca de La Bañeza, Astorga, León y la comarca del Bierzo. Supero mis expectativas, volveremos.
De viaje a Coruña, dormí allí y quedé encantado. Los dueños son amabilísimos y muy simpáticos. Las habitaciones muy bien y bonitas. Tranquilidad total en un pueblecito leonés. Da gusto levantarse por la mañana. Buen desayuno. Siempre que duerma por la zona, iré allí.
Nos alojamos un fin de semana para acercarnos hasta Astorga y confirmó las demás opiniones. Es muy tranquilo y confortable los dueños muy amables y te hacen sentir como en casa, sin duda una muy buena opción para conocer esta zona.
Este hotel ha sido toda una revelación. En este pueblo tan pequeño no esperábamos un sitio tan acogedor, decorado con un gusto exquisito y con un trato tan familiar. Es un hotel muy pequeño pero muy muy confortable, ideal para tenerlo como base para conocer toda la región, pues se encuentra a medio camino entre La Bañeza y Astorga. El baño estaba impecable y moderno y, además, como íbamos con nuestra perrita, tuvieron el detalle de darnos una habitación con terraza por si “su perrita tuviera alguna necesidad durante la noche”. Llegamos bastante tarde al hotel pero el dueño nos estaba esperando y tuvo la amabilidad de prepararnos algo para cenar pues ya nos veíamos en la cama sin cenar (hay que decir que en el pueblo no hay otro sitio donde tomar algo). El desayuno del día siguiente fue bueno (podría mejorarse dado el precio de la habitación), con zumo de naranja natural, tostadas con tomate, mantequilla y mermelada y bizcocho. Hay que decir que han cerrado el servicio de restaurante que antes tenían. En fin, ha sido una estancia casi perfecta que recomiendo a todo el mundo. Sin duda volveremos. Muchas gracias a sus propietarios por su amabilidad exquisita hacia nosotros y hacia nuestra “Jarita”.…
Un hotel con pocas habitaciones pero cuidadas al detalle ideal si se va al restaurante El Capricho, un trato muy agradable y los desayunos muy auténticos. Desde allí se puede contratar un taxi si no se quiere llevar el coche al restaurante y poder beber un poco de vino. Preguntar por Kiko si lo cogéis.
¿Es propietario o gestiona este establecimiento? Reclame su perfil de forma gratuita para responder a las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Hacerse con el control de su perfil