Para este delicioso hotel , situado justo al lado de la puerta de Zaragoza en el hermoso Sos del Rey Católico. Construido en la muralla del pueblo tiene quince habitaciones, la nuestra era la 12, situada frente a la calle que lleva nombre del rey y que lo tenía todo: confortable, acogedora, bien decorada y con una ropa de cama y de baño fantástica.Agradable estancia y descanso absoluto, suficientemente grande, si hubiera tendo bañera ya sería perfecta, la ducha muy bien, quizás lo que menos el lavamanos. El hotel pequeño tiene una buena atención en recepción y dispone de una salita muy elegante en la que escribimos nuestras impresiones en el libro de firmas. A resaltar la exquisita decoración de todo el conjunto , incluso con la propia piedra natural del país que puede verse en la pared de la sala de desayunos. No hay restaurante pero sirven desayunos correctos con buenos embutidos, pan excelente, esperaba más de los bizcochos, según los comentarios de esta página. Algunas pastas eran simplemente secas.... Zumo de naranja de bote. A notar la excesiva diligencia de la persona que atiende los desayunos, parece como si estuviera "vigilando"cada cosa que tomas del buffet, no me pareció la actitud adecuada..... Por lo demás es un hotel muy recomendable, cada habitación es distinta¡¡¡ Hay que dejar el coche por los alrededores, en la cercana calle Emilio Alfaro, hay poco recorrido a pie. Se lo comento porque al llegar no sabes dónde está el hotel y cargar con las maletas sería un engorro si no estás cerca de la entrada al establecimiento¡¡¡¡…
Hemos estado 2 días alojados y hemos estado de maravilla. La habitación era preciosa, nos pusieron cama de matrimonio y una supletoria aparte. Los dueños son encantadores . Sara es la encargada del desayuno y está pendiente de todo. Volveremos
Buen hotel, acabados relativamente modernos en un edificio histórico. Perfectamente situado para visita a Sos, en pleno casco histórico. No tiene parking, pero se encuentra fácil por los alrededores. Descanso perfecto, buen colchón, sin ruidos. Todo muy limpio. Desayuno bueno, sobretodo las fantásticas cocas caseras. No dejes de probar la de manzana. Como consejo, la excesiva atención de la persona que atiende el desayuno, puede ser desagradable para algunos.
Bien, la primera habitación no la encontré adecuada para lo que habíamos contratado. Fuimos a comentarlo y muy amablemente nos cambiaron a otra un poco más grande . Muy limpio y correcto y esta en el mismo centro de todo para visitar. Ahora está perfecto
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