Hemos estado como en casa. Albergue suficientemente confortable con b uen desayuno, sencillo pero casero y cena perfecta. Lo mejor, la simpatía de Mikel y compañía!!! Una buena opción para volver por la zona.
Hemos reservado, con el fallo de llegar una hora tarde ( sin intención de comer, tan solo de poder tomar una cerveza) con la sorpresa de que ya habían preparado la ensalada normal (buenísima por cierto). En primer lugar, nos ha regañado por fumar un cigarro con la cerveza previa a la comida. Estaba el comedor completamente vacío y nos han obligado a ponernos en La mesa más cercana a la barra, como si tuviese que poner ella la mesa ( no me sirvas si estás a disgusto con nuestra llegada). En segundo lugar, nos han hecho poner la mesa, coger cubiertos del mueble, servilletas...estando ella al lado, guiándonos de donde estaba todo, comiendo el Segundo plato (un filete de pechuga de pollo) mi sorpresa de ver la estelada en la pared del comedor principal!! Se me ha atragantado la comida, y ya por último sin poder volver atrás, 20€ por cabeza por una ensalada para 3 y una bandeja con cinco pechugas de pollo y postre (coulant con nata de bote) nos ha dicho que recogiésemos La mesa y la limpiasemos. Calidad precio NO LO RECOMIENDO. Si eres catalan no esperes que te hablen en tu lengua, te contestarán en euskera.…
Después de subir a Peñas de Aia, una cervecita y un pintxo de chorizo en la terraza del albergue aprovechando el maravilloso sol que este invierno nos está brindando, resulta cautivador. Recuperados del esfuerzo, una comida entre amigos para compartir una completa ensalada, unas costillas asadas con patatas y una tarta de queso antes de volver a nuestros lugares de origen. Gran albergue, con amplio comedor y un menú muy equilibrado en la relación calidad-precio.
Hemos parado a tomar un almuerzo. Pintxo de chorizo y refresco que por cierto estaban excelentes y precio razonable. Al ir a pagar me fijo que tienen puesta la estelada y otras simbologías politicas similares, que pienso no deberían estar en estos lugares . Una pena no haberla visto antes pues no habría consumido nada. Lugar recomendable para gente de esa ideología.
El albergue está situado en un sitio precioso con unas vistas increíbles (si no hay niebla). Las instalaciones están muy bien: espaciosas, agradables, mantenidas y limpias. Las personas que lo llevan son encantadoras y el trato es muy bueno. Absolutamente recomendable para aquellos que busquen un sitio bonito y tranquilo. Llevamos repitiendo 2 años
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