Casas Rurales De Guayadeque
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Información
Las Casas Rurales de Guayadeque son casas cuevas que se han reformado para su uso como Casas Rurales, disponiendo de todos los elementos para garantizar una estancia de lo más confortable.
Hay 4 casas, que tienen nombres de plantas que se encuentran en el entorno del Barranco de Guayadeque.
Las Casas tienen las siguientes características:
Casa Siempreviva (B1)- Salón independiente, 1 dormitorio, Cocina, Baño, Terraza
Casa Verode (B2)- 1 dormitorio, Cocina, Baño,Terraza
Casa Salvia (B3)- Salón independiente, 1 dormitorio, Cocina, Baño y terraza
Casa El Almendro (B4)- Salón independiente, 1 dormitorio, Cocina, Baño, Terraza
Equipamiento de las Casas Rurales de GuayadequeLa Cocina: Nevera, Placa de vitrocerámica, Calentador de agua, Tostadora, Cubertería, Vajilla, Cacerolas, Sartenes, Bandeja y mesa comedor con 4 taburetes.
El Dormitorio: 2 camas de 90 cm, armario y ropa de cama, mesilla de noche, deshumificador, silla.
El baño: ducha, secador,toallas y lavabo.
El Salón: (solo disponible en las Casas BI/B3/B4) sofá cama para dos adultos o dos niños, mesa de té, televisión plana con mando a distancia. Solo se dispone de canales en Español.*
Horas de entrada y salida a las Casas Rurales de Guayadeque:Hora de entrada: 14:00 horas.Hora de salida: 12:00 horas.
El Entorno Las Casas Rurales de Guayadeque se encuentran en la Montaña de las Tierras, en la parte alta del Barranco de Guayadeque, un valle que se extiende desde el nivel del mar hasta los 1.111 metros de altitud.El Barranco de Guayadeque se localiza en el sureste de la isla de Gran Canaria y a él se accede por los municipios de Ingenio o Agüimes. La carretera que llega hasta la Montaña de las Tierras discurre por el fondo del barranco, surcando las montañas de los laterales, que van aumentando en altura a medida que nos dirigimos hacia el interior.Las 4 casas, armoniosamente integradas en la montaña, se encuentran ubicadas en un paseo que existe alrededor de la Montaña de las Tierras. Este paseo ofrece impresionantes vistas sobre las montañas circundantes y sobre la rica vegetación, allí se encuentra también un caserío formado por casas cueva. Desde la parte más alta de este paseo se contempla el mar, visión que nos recuerda que estamos en una isla: Gran Canaria.Recorrer el paseo de la Montaña de las Tierras será el primer regalo para los sentidos que nos ofrecerá nuestra estancia en las Casas Rurales de Guayadeque. Todas las casas cuevas alrededor de la Montaña de las Tierras tienen jardines y patios cuidados con gran esmero. En uno de los puntos del paseo hay un pequeño mirador con unos sillones donde podrá disfrutar de la grandeza del entorno. Una ermita y varios restaurantes excavados en la roca también se asientan en torno a la montaña.En Guayadeque perviven pequeñas comunidades que siguen manteniendo una de las formas de arquitectura más peculiares de todo el mundo: el hábitat troglodita. Usted experimentará esa forma de vida durante su estancia en las Casas Rurales de Guayadeque.Paseando por el Barranco de Guayadeque podremos encontrar conjuntos arqueológicos que en otro tiempo tuvieron una función residencial, funeraria, cultural o de almacén de grano. Los muchos vestigios arqueológicos encontrados en Guayadeque atestiguan que este lugar fue muy poblado antes de la llegada de los Conquistadores. Algunos de los vestigios arqueológicos encontrados en este lugar se encuentran en el Museo Arqueológico de Guayadeque, o en el Museo Canario (en Las Palmas de Gran Canaria)En su visita al Barranco de Guayadeque le llamará la atención los muchos almendros que encontrará. Estos almendros cobran un especial protagonismo a finales de Enero y comienzos de Febrero, durante su floración, momento en el que el barranco se pinta de color blanco y rosado con las miles de flores de los almendros.Los lugareños que aún habitan este Barranco, de carácter afable, risueños, hospitalarios, generosos y siempre dispuestos a abrir sus puertas a los visitantes son, junto con las historias y recuerdos que aún conservan sus mentes, probablemente uno de los tesoros más valiosos que guarda el Barranco de Guayadeque, un regalo para los sentidos.
Ubicación
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Muy buena atención de la chica del restaurante que me atendió en el pago.
Si tuviera que poner algo malo sería que no sabíamos que las luces de la terraza tenían horario de encendido y estábamos buscando el interruptor por todas partes pero desistimos.
Pero no quedó ahí la cosa. Ya había oscurecido y la iluminación de los caminos era insuficiente. Nadie me acompaño al apartamento. Solo me dijeron: "Vaya por la cuesta y es el último". Pues me pongo a andar... anda que te anda y la iluminación era tan deficiente que no permitía ver los identificadores. Tengo un video que puedo compartir pero no se si lo permiten en esta plataforma. Pues después de andar como 20 min. acabo en la otra parte de la montaña y los dueños de otra casa rural fueron los que amablemente me acompañaron de regreso y me identificaron el apartamento.
Volví a recepción a quejarme y "la dueña", muy prepotente me dice que al Restaurante Tagoror le sobran clientes como yo y tras comprobar que la iluminación era realmente insuficiente no piden disculpas ni nada, se limitan a decir que la culpa es del Ayuntamiento y que sus luces de fachada se encienden mas tarde de manera automática. O sea que si te partes de crisma bajando por una pendiente del 30% sin iluminación, la culpa es del Ayuntamiento, no de sus luces de fachada apagadas cuando son necesarias.
Pero aún hay más: Al llegar con mi mujer por la noche, el parking esta cerrado. tuve que aparcar en medio de un campo y caminar sin iluminación hasta el recinto.
Nadie nos explicó hasta el día siguiente, que volví a quejarme, la forma de acceder al Parking de clientes.
Ya llevo dos días aquí. Me voy mañana y, a pesar de haber puesto una reclamación, aún nadie de dirección ha venido a disculparse ni a intentar compensar tan mal servicio.
El Restaurante ha bajado la calidad de la comida, han subido los precios y el servicio es muy deficiente. Los dueños parece que han olvidado lo que es el buen servicio y se limitan a explotar un lugar cuya buena reputación fue merecidamente ganada por su fundador. Por lo que a mi respecta, no pienso volver a un lugar que ha fastidiado mi 35 aniversario de bodas. Nunca me había sentido tan mal atendido. Acaban de perder un cliente de 30 años. Jamás volveré a recomendar un lugar en el que el propio dueño no tiene ni idea de lo que es un buen servicio, no aprecia a los clientes y lo trasmite a sus subordinados.
El ligar es impresionante, y el local creado en cuevas de la montaña, tiene un encanto especial.
Para redondear la comida está muy buena, pidas lo que pidas. Un precio más que razonable por la calidad que tiene y un vino estupendo.
Muy recomendable
Las habitaciones podrian tener algun sistema más efectivo de mantenerlas calientes, y el agua caliente es justita para una persona. Si el segundo huesped quiere ducharse tendrá que sere con agua casi fría.
Dado que el lugar está a casi 1.000 metros de altura, el tiempo es muy frio por la noche.
Solo hay montañas y hoteles cueva. No civilización ni coches, aunque caminando se llega a sitios ideales para comer
Que bonita zona, en alto y solo las motañas alrededor
"Si les gusta el entorno busquen cualquier otra casa rural cercana si no quieren soportar el mal servicio."Leer la opinión entera
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