Me ha encantado la maravilla de transformación que Manel ha hecho a este lugar. Es de lo más bonito y acogedor que me hubiera imaginado ver en este xalet/refugio. Hemos ido hoy, y, Manel nos ha hecho una visita guiada por todo el edificio. Nosotros lo habíamos llevado antes que él hace unos 35 años y verlo así, tan bien decorado y tan bien provisto de todas las comodidades.., que la verdad nos ha emocionado. Es muy reconfortante ver algo que había representado ser un inicio especial en nuestra vida, (veníamos de la ciudad, jóvenes e inexpertos, pero con ganas de cambiar nuestra vida llevando un xalet/refugio de montaña), convertirse en algo tan maravilloso con la transformación que Manel le ha hecho. Seguro que para cualquiera que venga encontrará un lugar muy confortable e íntimo.…
Vinimos porque hacía 52 años que nos conocimos aquí y queríamos celebrar el 50 aniversario de nuestra boda. El trato ha sido perfecto, familiar y cercano, la decoración muy elegante, nos hemos sentido muy bien y tranquilos... como en casa. Muchísimas gracias Manel y familia por el trato recibido
Un lugar bonito, sin duda. Pero a pesar de haber avisado antes de que dos de los tres seguimos una dieta vegetariana / vegana, parecía ser un hecho extraño que nunca ha habido en este Xalet. Nada más llegar, el dueño nos preguntó por el desayuno, ofreciéndonos una versión salada con embutidos o queso o otra dulce. Cuando dije que no suelo comer ni embutidos ni queso, me ofreció la versión dulce "con mantequilla". Nono, prefiero desayunar algo salado, pues un pan con tomate estaría bien, no sé si tienes algo más? Si, una manzana??? ok, una manzana! (No sé pero hoy en día, ya hay mucha variación en desayunos también existe Müsli, o cereales, pero de esto no hubo nada. Es un poco ridículo que la manzana no está puesto como algo opcional a parte). Pues el día siguiente, nos sentamos en el comedor con vistas maravillosas. Pedimos 3 cafés con leche, entre ellos uno con leche de avena o soja o lo que sea, pero por favor vegetal. Trajeron los cafés con leche de vaca, y mi café sin nada. Esperaba unos minutos más, el café cada vez menos caliente. Al final me trajeron otra taza lleno de leche de avena. Admitieron que se equivocaron, "es que claro, pensábamos que seria para un cacaloat", y después de conseguir juntar mi café con la leche de avena, no hubo ni un cuchillo para cortar la manzana. Si el lugar fuera un “refugi” de verdad, hubiera sido mucho más fácil conseguirlo. Pero cada cosa tenías que pedir a la pareja, a ver si hay suerte y están por allí. Tanto la sal, como el aceite. Lo tenías que pedir a parte. El café exactamente calculado, no hubo una segunda taza... No sé. Por el precio que pagamos, no me parecía adecuado. Y tampoco el trato como si fuera yo un bitcho raro siguiendo una dieta contra el maltrato animal. El mundo está cambiando, este "refugi" parece que no se entera.…
Sitio súper acogedor, todo muy limpio y cerca de pistas. Hay un ambiente muy tranquilo y transmite calma. El trato ha sido estupendo, familiar y cercano, nos hemos sentido como en casa. El xalet refugio tiene diferentes tipos de habitaciones y baños compartidos, a nosotras nos ha gustado mucho. En cuanto podamos volveremos!! Mil gracias Manel y família por el trato recibido!
Experiencia maravillosa a pesar de la corta estancia. Trato familiar inmejorable por parte de los dueños, buenos precios y servicios. Sin duda, volveré en cuánto pueda. Buena ubicación, entre la estación de tren y las pistas de esquí.
¿Es propietario o gestiona este establecimiento? Reclame su perfil de forma gratuita para responder a las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Hacerse con el control de su perfil