Un Pazo del siglo XVII,es impresionante las instalaciones totalmente reformadas pero manteniendo su encanto. Los dueños encantadores y siempre atentos para lo que haga falta. Tiene piscina, amplio aparcamiento y unos salones que te trasladan al pasado.
Bonito pazo con excelente piscina, situado en lugar muy tranquilo. La dueña y ayudantas amables y encantadoras. Tomar un vino de la tierra en la terraza del señorial pazo es un autentico lujo y placer. Muy recomendable. Buen desayuno
La estancia aquí fue muy placentera en general. El establecimiento espectacular, la cena y el desayuno muy buenos, la atención del servicio en general muy buena, Daría ha sido muy amable y nos ha esplicado muy bien la historia de cada rincón del pazo. La habitación como es de esperar en un pazo es muy amplia. La única pega para mí sería el baño de la habitación, le vendría bien una pequeña reforma o bien una limpieza más profunda.
El sitio es espectacular,relax total,la cocina es de 1 categoría y la habitación como las instalaciones una verdadera pasada,recomendable al 100%. El lugar invita al descanso,unas vistas maravillosas y el pazo es precioso.
Una inmejorable parada durante el camino, apartado del bullicio, pero en la ruta del camino, sitio tranquilo , amabilidad, buen servicio de desayuno y cena, todo con detalle , estupendas habitaciones con inmejorables vistas , y en verano la piscina te da la vida !!! Lo peor esos dias fue que no funcionaba el A/C y las habitaciones de la buhardilla eran un horno pero bueno con el cansancio ni lo notamos...
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