Llegamos por la noche al aeropuerto de Alicante y elegimos este hotel ya que nos pillaba de camino a Valencia. Es un hotel pequeñito pero muy acogedor. Además su recepcionista te hace sentir como en casa.
Si tengo que valorar el hotel y las personas que en el trabajan poniendoles un 10 me quedaria corto estube varias semanas de lunes a viernes hospedado alli por motivos laborales y tanto limpieza,tranquilidad y servicio es de un 5 estrellas sin dejar a un lado la tranquilidad que alli hay habitaciones con todo detalle muy atentos y lo digo yo que no estube un dia ni 2 si no varias semanas de no ser por el cierre temporal(covid19)hubiera seguido alli lo recomiendo 100% un saludo para todos los trabajadores que alli me atendieron.
Fuimos por san Valentín y se vieron desbordados,nos colocaron la mesa en la zona donde se desayuna ( salita muy normal para ser la ocasión que era y pobre en decoración,bueno tenían los carteles del desayuno),comida buena de sabor pero bastante bastante escasa en la cena y sin otra posiblidad de poder pedir o añadir algo ya que no tenían nada más ( si, nada más, ni una pechuga de pollo ) y para el desayuno igual, faltaba leche caliente, tazas y LUZ en la zona de Buffet.el sitio es bonito pero si le diesen una vuelta a algunos detalles sería un sitio con muchas posibilidades de estar entre los mejores ya que es y tiene mucha tranquilidad y el personal aunque son "multitarea" lo hicieron muy bien y gracias a alguno de ellos no dejamos el hotel al principio de la sesión de discoteca para irnos a San Juan playa.…
La amabilidad del personal, la tranquilidad del lugar, la piscina, la cerveza helada, el camarero, la magnífica cena (nivel supremo), el desayuno en el patio, la habitación... todo fue maravilloso. Mi más sincera enhorabuena, así da gusto. Volveré, sin duda alguna.
Para descansar está bien aunque estaría mejor si arreglaran una arqueta de la calle que suena cada vez que pasa un coche. La piscina pequeña, tumbonas contadas, buffet que si cortan la fruta o el fiambre mas fino se ve al trasluz. Días que si quieres comer o cenar tiene que ser frío porque no hay cocina y bastante caro. Camareros más pendientes de sus quejas y criticas que de atender al cliente. Recepcionista con malas maneras a un compañero que se oía desde fuera, Quise hablar con el dueño y en dos días o no apareció o nadie me dio una explicación.Lo único bueno es la tranquilidad y la limpieza y tuvieron la gentileza de dejar el aire puesto para nuestra llegada, porque estas tomando una copa en la piscina después de cenar y te miran con mala cara para ir cerrando. Sinceramente no volveremos, a parte de para ir a cualquier sitio hay que coger el coche…
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