Si te alojas en las habitaciones, hotel (no los bungalows) excelente por su calidad y precio. Tiene espacio para aparcar, es una zona tranquila para en invierno ver las auroras boreales sin necesidad de moverte, ya que apenas hay contaminación lumínica en esa zona. Las habitaciones amplias, camas cómodas, y el baño bueno. Tienes tetera para calentar agua. El restaurante es prohibitivo de precio por la calidad y producto que ofrecen, al menos en invierno. Pero el desayuno es excelente, mucha variedad, caliente y frió. Las vistas del amanecer desde el hotel merecen la pena. La única pega, la falta de cobertura en algunas zonas del hotel.
Me ha parecido viejo y sucio, por lo menos la parte donde estábamos. Y muy caro. V Al ir a cenar vimos habitaciones algo mejores, pero tampoco muy buenas. El baño viejo, la calefacción no funcionaba, la cama ruidosa...
NO RECOMENDABLE. A parte del propio hotel, el mismo establecimiento gestiona unos bungalows que tiene colocados a pocos metros. Por fuera son como encantadoras casitas de madera, pero su mantenimiento y limpieza dejan mucho que desear. En el nuestro la cisterna del wc no funcionaba, la ducha no evacuaba el agua, el calefactor no podía regularse (o te morías de calor o de frío sin lo apagabas), la limpieza en general dejaba mucho que desear (los muebles inferiores de la cocina apestaban a basura), todo muy viejo, sin televisión... un desastre de habitación. Todo esto lo fuimos descubriendo durante la noche y mañana. Nos quejamos al día siguiente en recepción, aunque sabiendo que ya poco podrían hacer por nosotros porque tan solo estaríamos una noche, nos pidieron disculpas y todo quedó en eso. No lo recomiendo para nada, espero que se pongan las pilas y arreglen el bungalow porque el sitio es bonito y agradable.…
Ha sido la gran decepción de nuestras vacaciones en Islandia. Hotel muy caro, aprovechándose de la poca oferta de la zona. Reservamos 2 habitaciones de las más económicas, pensando que con ese precio al menos tendrían lo básico. Error, la calefacción hacia mucho ruido y no calentaba, la cama rechinaba, la ducha era prefabricada...todo feo y muy, muy cutre. No deberían tener permiso de hotel, al menos las 2 habitaciones que vimos, que por supuesto no son las que salen en las fotos publicitarias.
Muy buen hotel, moderno, nuevo, con buen gusto, limpio, y bien ubicado casi en la Road 1, cerca del cañon Fjadrargljufur y de los glaciares. El desayuno bastante bueno. Las camas cómodas. Lo precios del restaurante prohibitivos, al estilo islandés.
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