Estuvimos alojados cuatro noches en este magnífico alojamiento, bien tratados por Daniel y Carmen desde el principio. Fué un acierto. Conocíamos la zona (ascendentes maternos en Adrados. Triunfemos...
Estuvimos en la casa del 8 al 13 de abril. Somos dos adultos y cuatro niños así que nos ofrecieron el apartamento, donde se quedaron los chicos, y una habitación para nosotros. Del entorno solo puedo decir que es inmejorable, tanto las excursiones por el monte que se pueden hacer desde el propio pueblo hasta las que puedes hacer en los alrededores. Además León queda a menos de una hora por muy buenas carreteras, Astorga a 40 minutos, Las Cuevas del Valporquero a 1 hora, el entorno de Barrios de Luna y a 20 minutos, y así un sin fin de lugares sin igual. La casa esta puesta con mucho gusto, con piezas de arte rural que sin cargar le dan un toque original y bonito; sentarse a tomar un café, una limonada o una copa de vino es una experiencia única. La casa tiene wifi pero la verdad es que el entorno y la casa acompañan para desconectar, precisamente lo que estábamos buscando nosotros. Las habitaciones son muy espaciosas, la cama es grande, la ducha echa agua en cantidad y agua caliente sin problema (ahí es donde suelen fallar este tipo de hoteles rurales), con una decoración pero sin sobrecargar, así que es una habitación cómoda y bonita, y con suficientes posibilidades de almacenar la ropa. El apartamento donde estaban los chicos, con una cama de matrimonio y dos camas grandes, también vimos una cuna, tiene dos alturas. El piso de arriba, con los dormitorios, es enorme y muy bien distribuida, y abajo hay un saloncito con TV. La cocina creo que es, si cabe, lo mejor, pero es algo lógico sabiendo que antes de enrolarse en esta aventura Carmen tenia un restaurante. Los desayunos son muy variados, de dulce y salado, con cambios cada día para que no resulte rutinario, pero sin duda lo mejor es la calidad de los productos; la mantequilla, el bizcocho, el embutido… Nosotros también cenamos varios días y puedes tener una experiencia de una ensalada con unos huevos fritos con patatas con los niños pidiendo “la oreja y el rabo”, o unas cenas mucho más elaboradas como salmón, croquetas, crema de setas, con un sabor y una elaboración que no te esperas en una casa rural. Creo que esta ha sido nuestro mayor y más grata sorpresa. Carmen es una cocineta excepcional, una anfitriona como nunca nos hemos encontrado y su hijo Daniel cierra el circulo para que sin duda volvamos a hospedarnos en Los Campares. (Muchísimas gracias por vuestra dedicación y cariño que van más allá de la profesionalidad, nos habéis hecho sentir como en casa y creo que es lo mejor que se puede decir. Ah! Las vecinas del pueblo también son encantadoras, si les dedicas un tiempo te van a sorprender por su simpatía e historia.)…
Un lugar pequeño y acogedor donde los dueños están pendientes a tus necesidades. Un verdadero rincón de descanso lejos de la ciudad. Genial para escaparte. Totalmente recomendable. Una zona de senderismo y con rutas ciclistas que hacen que el viaje sea completo.
Comimos allí la familia, 14 adultos, y tanto el servicio y la comida eran de 10. Cada uno de nosotros disfrutamos de cada plato, con una presencia excelente y súper sabroso. Carmen es una excelente cocinera y Daniel nos atendió de maravilla. Todos salimos de allí contentos de haber pasado una tarde súper agradable. Recomiendo este sitio 100%. De hecho es la tercera vez que mi marido y yo hemos ido alli. Merece la pena y mucho. Gracias Carmen y Daniel por vuestro amabilidad.
Sitio recomendado para desconectar Fuimos con nuestro bebé y la atención ha sido inmejorable. Que decir de la cocina de Carmen que es una exquisitez con productos de la tierra. Pendientes de todo ,tanto ella como su hijo. Muchas gracias por todo. Esperamos volver pronto. Saludar a Yera de parte de Enzo.
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