Al reservar tenía mis temores pero se disiparon al ver la habitación que aunque sea de un tamaño no muy grande, tiene un balcón con vistas a la plaza pero también al mar. Era un lujazo dormir con el sonido del mar al fondo. También cuenta con un amplio ropero y baño. Destacar la limpieza aunque echamos en falta un cambio de toallas en nuestro tercer día pero entendimos que se debía solicitar. Amabilidad y rapidez en responder a nuestras dudas. Varios cafeterías, restaurante y supermercados alrededor. Calidad-precio asegurado!!
Hemos pasado unos días en esta pensión y ha sido una sorpresa en positivo ya que es un claro ejemplo de que ser una pensión no tiene por qué estar reñido con el buen atendimiento y características positivas de la instalación. La habitación es pequeña pero bien distribuida, cuenta con un armario y baño privado. Además las habitaciones tienen balcón, en nuestro caso, con vistas a la playa (maravilloso). Cuenta con buena limpieza y un atendimiento óptimo y servicial para lo que necesites (en nuestro caso no facilitaron un tendedero sin problema así como cambio de toallas ). Como sugerencia, en la ducha se debería cambiar la cortina por una mampara.
La pensión La Gaviota no tiene nada que envidiarle a algunos hoteles de mayor categoría. Una habitación acogedora, con un gran armario y un baño amplio. Una terraza con grandes vistas a la plaza y a la playa. La limpieza excelente. El trato del personal fantástico. Nos han ayudado en todo lo que hemos necesitado y se han preocupado por que nuestra estancia fuese lo mejor posible. Un gran acierto en nuestro viaje a La Gomera. Y por último lo mejor, la relación calidad precio que es inmejorable.
Cuando dos personas se alojan por 26€/noche, te esperas algo muy básico donde pernoctar y poco más. No fue el caso dela Pensión La Gaviota. Nos sorprendió muy gratamente la calidad de las habitaciones. Era pequeña sí, pero más que de sobras para dormir. La cama comóda y muy amplia e incluso habían mesitas. Además disponía de un armario empotrado enorme. El baño muy amplio y limpio, y tenía toallas y jabones. Lo único criticable de él fue que la alcachofa de la ducha estaba realmente alta, si mides <1,6 m puede tener serias dificultades para alcanzarla. La ubicación de la pensión es perfecta y eso de dormir oyendo las olas del mar es un regalo. Es cierto que actualmente el paseo marítimo está de obras y le quita algo de encanto, pero cabe esperar que sea algo que solventen pronto y que en cualquier caso no es culpa del hotel. La única pega en este sentido es que no se puede aparcar cerca, aunque para cargar y descargar maletas se puede parar puntualmente justo al lado, en la parada del bus. La atención muy profesional. Como llegamos tarde, nos enviaron un mensaje al tlf con el código de unos cajetines para llaves que tienen en la puerta, indicándonos también nuestra habitación. En resumen, repetiría sin dudarlo.…
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