Cuando llegas al hotel hay un cartel indicando 5 estrellas, cuando entras hay otro que indica tener 4. La realidad es que difícilmente llega a 3. No tiene TV en la habitación, no tiene WiFi en la habitación (ni siquiera pagando) Pagamos 260 dólares la noche y no tenía desayuno, te lo tratan de vender al ingresar (menos mal q no lo contraté porque la gente se quejaba mucho del mismo) Pero lo más increíble es lo SUCIO que estaba todo. La habitación mugrienta (inodoro con excrementos, pelos) solicitamos que la vuelvan a limpiar y la recepcionista (quién además estaba cuidando a niñitos que parecían ser los hijos de los dueños) nos respondió de muy mala predisposición. La sala de estar, lounge roñoso: pisos, sofás con restos de comida. Para ingresar a la habitación había que pasar por una montaña de basura y toallas que habían dejado las mucamas, que luego de 3 horas, al salir, seguían allí. Se ve que el hotel es lindo, alejado y mal manejado, pero lindo. No lo recomiendo en lo absoluto. …
El lugar está a tres cuadras de la playa (y no al lado, como promocionan). No es un resort, sino un apartado de un resort familiar, donde se puede practicar nudismo. Los desayunos son de una pobreza y una tristeza pocas veces vistas (y hay que pagarlos aparte). Cobran una tarifa carísima por los pocos servicios que brindan.
Un lugar increíble donde encontraras privacidad, confort y muy buena atención cerca de las mejores playas que tiene punta ballena y además podrás disfrutar de vegetación mezclado con mar arena y sol!! Ideal para ir con amigos solo.......
Escuchamos del hotel estando en Punta, y fuimos a conocerlo. Nos encantó la propuesta naturista, el ambiente muy confortable y la discreción y privacidad del lugar. Nos alojamos una noche donde concurrimos a una fiesta...muy divertida! Gente de todos lados con mucha onda, mucho ambiente de fiesta. Volveremos a ir en verano que promete muchas fiestas y diversión!
La verdad que fue muy gratificante volver! Ya había ido antes y siempre con esas ganas frescas de volver, de poder salir del ruido de la ciudad y estar en un lugar calido y natural para relajarme y poder descansar junto con mi pareja. Por suerte nos tocaron unos días muy lindos de veranillo, por lo que pudimos disfrutar de la piscina.
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