Muy agradecido con el trato de Luis en el restaurante al desayuno, ese caballero tan amable hace que uno se sienta en familia y con deseos de regresar a seguir disfrutando del hotel y Costa Rica. El personal del hotel también es muy amable PURA VIDA..!
Normalmente no se nos hubiera ocurrido ido a refugiar a este hotel a tan solo 1 hora de casa, pero en estos tiempos de pandemia y confinamiento, hace falta cambiar de ambiente. Es un lugar muy agradable, fresco (por las mañanas puede hacer calor, en las noches se puede poner frio). Ubicado sobre la parte alta de la falla de Alajuela en Pailas, se logra ver Heredia, San José y más allá. La comida es buena (puede ser mejor) y la carta de vinos muy aceptable. Cerca se puede visitar el volcán Poás, la zona de Fraijanes y Varablanca, las cataratas y los toures de café. Las villas familiares están en medio de un pequeño cafetal muy visitado por pavas, yigüirros, ardillas. A las 5 de la mañana me despertaba un pájaro bobo. El personal es muy atento siempre. Eso sí, una noche no es suficiente; hay que quedarse al menos dos noches para que el efecto relajante haga efecto…
Excelente el trato del personal; Jason que estaba en recepción fue muy amable y atento. Las instalaciones nos encantaron; la villa muy confortable y acogedora. La limpieza muy bien, acorde con los protocolos que deben seguirse en la actualidad.
Un lugar acogedor, cerca del aeropuerto y San José, la vista, vibra y trato de su personal es excepcional. La limpieza es impecable y las habitaciones grandes y cómodas. Mauricio es un plus. Recomendado en un 100%
Pase mi luna de miel y no tengo queja alguna, todo fue explendido y genuino entre el personal, la comida fue deliciosa, el ambiente fresco y natural, es inigualable. Las bebidas deliciosas y la vista expectacular
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