Era un paraíso para nosotros! Disfrutamos de cada segundo de estar en la habitación Le Querciole: era muy espacioso y limpio, las ventanas se abrían a este maravilloso paisaje abierto que ofrecía ciervos y conejos silvestres temprano en la mañana, todo tipo de pájaros cantando ininterrumpida por la civilización. Las "cosas" - Mirella y Paolo y sus hijos estuvieron atentos a todas nuestras necesidades y deseos. Después de 7 días que nos fuimos y viajamos a otras partes de Italia, pero este es el lugar en el que nos recuerda con anhelo y estoy seguro que volveremos cuando viene a Italia.
Paolo y Mirella ofrecen exactamente lo que uno espera de un italiano regenta: atractivo, tranquilo entorno, comida excelente, sonido consejos sobre las actividades locales y la gran hospitalidad y la conversación. Como ocurre en algunas localidades del país, el wi-fi era bastante inestable, pero no teníamos otras quejas.
9 de nosotros nos lo pasamos de maravilla en este agroturismo. Tiene una buena relación calidad-precio. la comida casera era increíble con una buena selección de vinos. Me sentí como en casa y básicamente teníamos el sitio para nosotros. Felicidades a los propietarios para hacer un buen trabajo.
He pasado 2 días en este agriturismo (2014 julio). Este lugar es muy tranquilo y lejos de cualquier ruido posible (a unos 5 km de Borgo Val di Taro ciudad), así que es la solución ideal para aquellos que quieran pasar un período relajante sin ser molestado por nadie. La bienvenida de Paolo y Mirella era una de las más cálidas que he tenido, y viajo mucho, la habitación era muy bonita y estaba muy limpia, la comida fresca y absolutamente increíble. te aconsejo que darle una oportunidad siempre que sea posible.
Nosotros (mi marido, mi hija de dos años y yo) tuvimos una fantástica estancia 8 noche aquí. La habitación era enorme, los anfitriones realmente encantadora y servicial, y que se han esforzado para acomodar nuestro 2 años, proporcionando un caballito, una cuna y muy linda y ropa de cama, silla alta, etc. Los jardines son geniales para ver los ciervos pasear también un niño. La comida era deliciosa y variada. Yo recomiendo encarecidamente este lugar, y gracias a Mirella y Paolo (y sus hijos) por hacer nuestra estancia tan cómodo y relajante.
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