Uno de los sitios más increíbles en los que he estado, fuimos varias veces en los últimos 4 años, piscina increíble, comida fantástica, relajación total. Ahora me encuentro que desde el año pasado está cerrado por tiempo indefinido. Una lastima!!!
Lugar bonito, acogedor y apacible, donde descansar la mente y el cuerpo, la atención del personal maravilloso, muy atentos, el spa muy bien organizado cuidan mucho el tema del Covid, en restauración buena comida y de calidad, dándote a elegir 2 ambientes, muy recomendable
El trato inmejorable, las instalaciones de alta calidad y la deliciosa comida que preparan, junto con la tranquilidad del entorno y el magnífico servicio de spa, hicieron de nuestra estancia una de las escapadas más relajantes y románticas de todas. Repetiremos sin dudarlo.
El hotel nos sorprendió gratamente las habitaciones, espaciosas los baños muy modernos y con gran vestidor. Camas muy cómodas. La cocina muy buena y variedad de carta especialmente para los nińos y el tapeo. El desayuno bien y especialmente con la seguridad Covid, si echamos de menos el café de toda la vida ya que últimamente en los hoteles ponen de cápsulas Disfrutamos del spa reservado solo para el grupo de la familia, acogedor y con disponibilidad de servicios de tratamientos. La zona de piscina muy tranquila y atendían los camareros. La zona de deporte muy cuidada y visitamos la zona ecuestre con muy buenas instalaciones Lo que si echamos de menos y se nos olvido sugerirlo al hotel, fuimos con nuestro perro y a pesar de estar la zona en medio del campo que hubiera un pipí— can dentro del hotel sin salir de las instalaciones ya que dentro no se les puede soltar pero el trato genial hacia las mascotas. Muy recomendable para descansar y relajarse.…
Nos alojamos en el hotel Villa Nazules un fin de semana, éramos 3 habitaciones de la misma familia. Todos nos alojamos con niños. Decir que hacía mucho tiempo que no descansaba de esta manera, desde que llegas al aparcamiento ya respiras la tranquilidad de los olivares. Las noches son de silencio absoluto, habitaciones comodísimas y confortables. El personal de recepción amabilísimo y dando todo tipo de facilidades a nuestros requerimientos. Una pena no haber podido disfrutar del spa que se encontraba cerrado por la pandemia, eso si los masajes.... una delicia. El servicio de restaurante realmente bueno todo lo que probamos. Si tengo que poner un “pero” es que eché en falta el zumo natural en el desayuno. Volvemos seguro!
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