El hotel está pegado al barrio de la judería (ubicación perfecta) y cuenta en la entrada con un típico patio andaluz, un comedor muy luminoso y una terraza fantástica para desayunar o tomar algo. Las habitaciones están muy bien y la encargada es un encanto. Siempre disponible y amable y con una sonrisa en la cara. Totalmente recomendable para todos aquellos que quieran visitar Córdoba y estar en un sitio con encanto y maravilloso. Si volvemos, repetiremos sin dudarlo.
Mi pareja y yo viajamos en el puente de Andalucía a este hotel y solo puedo tener palabras buenas hacia él. El sitio es inmejorable. Me sorprendió ver que teníamos la Mezquita, el puente romano, el Alcázar, el barrio de la Judería..., todo muy a mano. Perfectamente puedes ir andando sin necesidad de coger coche. Es un hotel precioso con su patio andaluz. Totalmente cuidado y limpio. Las habitaciones son espaciosas y muy, muy limpias. El baño decir exactamente lo mismo. El desayuno que te sirven es, sin exagerar, exquisito. El café en taza grande (que a mí particularmente me gusta así). Los panes, la mermelada y el zumo son caseros. Hechos por Manuel, el dueño del hotel y están riquísimos. Es un buen desayuno y siempre están atentos a que no te falte de nada y puedes repetir también. Manuel nos atendió con amabilidad y de manera campechana. Nos gustó mucho su trato y desde un primer momento te ofrece su ayuda por si tienes dudas acerca del hotel o del turismo por Córdoba. Es una persona muy atenta y siempre está pendiente de que te sientas bien y a gusto. Volveremos a repetir sin duda y aconsejaremos a todo que conozcamos que se aloje aquí. Para acabar, a quien le guste la cerveza (como a nosotros) le encantará saber que Manuel hace su propia cerveza y te la ofrece a un buen precio para que la pruebes o la puedas comprar para llevártela. Están muy ricas.…
Acogedor y muy bien situado hotel en patio cordobés. El desayuno casero de tostadas espectacular, riquísimo todo. Manuel muy atento y simpático todo el rato pendiente y muy majo. La habitación mejor de lo esperada, amplia y cómoda. Para tepetir.
Sin palabras. La ubicación ideal. El alojamiento encantador. Tantos y tantos detalles... Ni qué decir del espectacular desayuno hecho allí mismo: pan, mermeladas, paté... Todo casero. El trato exquisito. Un 10!!
Recomiendo este lugar con encanto, donde hemos pasado tres días muy buenos. Está bien ubicado y es original.Manuel, el propietario, nos sorprendió con su simpatía y sus creaciones, mermeladas , cervezas artesanas y un libro que desprende ternura.
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