Calidad/precio inmejorable, el trato muy amable, tuvimos problemas con el termo y en seguida lo solucionaron nos ofrecieron otro apartamento para que nos ducharamos hasta que se arregló el nuestro, el chico que cobraba las tumbonas también súper majo.
Más o menos bien situados, esto es lo único bueno. Son viejos a más no poder (y no es q sean económicos). Anclados en los 80, con un olorcito a rancio que tira patrás. La mitad de las luces no funcionaban. La puerta de la tertaza no cerraba. Estuvimos 3 noches y aunque lo reclamamos cada día, nadie se dignó a venir a repararla. En fin, un poco de mantenimiento no iría mal.
Apartamento 203, para tres personas, con dormitorio (cama de 1,35 con el somier roto) y salón con cama individual (extremadamente incómoda). El aire acondicionado ruidoso e ineficiente (no llegaba nada al dormitorio que carecía de ventilador). El sofá hundido y mugriento, la puerta de salida a la terraza no se podía cerrar y la solución que nos dieron fue: "cerrarla con el embellecedor", etc., etc. La wifi tenía un coste de 2 euros por día. No ha sido barato, aunque sea agosto, dado el lamentable estado del inmueble: 1.655,55 euros por 8 noches.
Ubicación fabulosa, vistas paradisiacas, ascensor para bajar a la playa, piscina limpisima. Además, tienes la Calle San Miguel y la Plaza de la Nogalera a un paso, llenas de tiendas, restaurantes y comercios. Un barrio tranquilo por lo demás.
A las 12 de la noche no disponemos de agua corriente sin poder ducharnos ni utilizar los baños y nos argumentan q esta puesto el riego automatico y no llega la presion y no pueden hacer nada, en pleno agosto.
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