El Art Hotel Palma, emblemático palacete del siglo XIX situado entre la Rambla y la Costa de sa Pols, la calle de los anticuarios, es hoy un refugio elegante y confortable que combina la belleza del arte con las comodidades más modernas y los mejores servicios.
Situado en el corazón de la ciudad, fácilmente accesible en coche, dispone de cómodas plazas de aparcamiento.
En el Art Hotel Palma encontrará 13 luminosas y silenciosas habitaciones exquisitamente decoradas, donde la mezcla entre emblemáticas piezas antiguas y los equipamientos más modernos y avanzados garantizan el máximo confort y el descanso de calidad.
Distribuidas en 5 alturas, cada planta dispone de un elegante salón-recibidor alrededor del cual se distribuyen las amplias habitaciones, lo que hace del hotel un lugar perfecto para hospedar pequeños grupos y familias.
Podría decir mil adjetivos buenos del hotel pero es que además la calidad humana de sus empleados es excepcional. Probablemente uno de los mejores hoteles en los que me he alojado. Viajamos con nuestro bebé de 5 meses y me prepararon una cuna y una bañera sin yo pedirla. El desayuno es buenísimo y servido con mucho cariño. Súper limpio y amenites en el baño. El parking está a 1 minuto del hotel y es muy fácil el acceso. Por poner una pega, al estar localizado en casco antiguo tiene 4 escalones para llegar a la entrada (bajitos) Una vez dentro el ascensor es muy grande. Se ha convertido en mi hotel de referencia para cuando visite la ciudad.
Servicio impecable, amabilidad y trato excelente de todo el personal y muy bien ubicado en el centro de la ciudad. Facilitan la reserva de restaurantes y el transporte público. Recomendable 100%. Habitación muy correcta con todos los servicios.
Anabel, la recepcionista, fue la pieza clave que hizo que nuestra estancia allí fuera especial. Atenta, prudente y amable nos habló de Mallorca y nos hizo una lista de restaurantes. Fue un acierto todo lo que ella nos aconsejó. Un hotel tranquilo, limpio, bonito para aislarte y a su vez, disfrutar de la bonita Mallorca. Una estancia de 10.
Es un hotel excelente: gran ubicación, maravilloso trato, buenísimo desayuno y lo que es más importante muy cómodo y de trato exquisito. Muy recomendable. Habitaciones silenciosas muy bien insonorizadas
Se trata de un hotel pequeño, de menos de 20 habitaciones. Te reciben cordialmente ( Anabel en nuestro caso)con una copa de cava. Toda la decoración es a base de antigüedades, puesto que en el edificio hubo previamente una tienda de objetos antiguos. Te suben la maleta a la habitación, que en nuestro caso era del tipo deluxe. Aunque un poco justa en cuanto a espacio ( sobre todo si lleváis maletas grandes) tiene una cama muy grande y súper cómoda. Todo está muy limpio y se atienden medidas anti COVID. El baño es muy amplio en relación al dormitorio y tiene ducha de chorros e inodoro separado, al igual que amenities de la marca “pure” El desayuno estaba incluido en el precio y se sirve en un buffet dispuesto en la cocina y se puede disfrutar en el patio trasero o en el comedor adyacente. Destacar su zumo de naranja recién exprimido. No dudéis en preguntar sugerencias de sitios para ir a comer, porque tanto Anabel como Bernardino conocen sitios muy buenos y os los dirán encantados. En definitiva, una buena opción en Palma de Mallorca para estancias no muy largas, siempre que el precio no ande desorbitado.…
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