Muy bien ubicado, en el barrio de santo Domingo justo al lado de la plaza. El hotel es una antigua casa reformada. Tiene un aire de riad, con un patio central con una fuente a donde dan muchas habitaciones de la casa. No ofrecen muchos lujos pero es un hotel muy acogedor, en el que enseguida te encuentras como en casa, un poco aislado del mundo. El personal muy atento y amable. Recomendable sin duda.
El hotel está bien situado, pero su relación calidad precio es muy mala. La habitación que nos dieron estaba llena de polvo y de pelos debajo de la cama. Las camas incomodísimas y las almohadas tenías que doblarlas para que parecieran una normal. Había gatos sueltos por la recepción y todas las zonas comunes (incluido donde se servía el desayuno).
Pocas veces la realidad supera a cualquier foto y a cualquier buena crítica, pero en este caso es muchísimo mejor de lo que pueda parecer. Empezando por las escrupulosas medidas anti COVID que han tomado, ya que está limpísimo, desinfectado en todo momento y tiene espacio se sobra para tomar un magnífico y completo desayuno guardando las distancias de seguridad requeridas, que incluye fruta variada, embutidos y quesos de la tierra, zumo, yogures, pan de varios tipos y mermeladas caseras, infusiones y cafe (manipulado solo por el personal, que te lo sirve con todas las medidas higiénicas) . Es además un remanso de paz en pleno centro pero sin el ajetreo de las zonas más turísticas y comerciales. Habitación y baño de ensueño, amplios y limpisimos. Tiene una maravilla de patio, con plantas aromáticas y una preciosa fuente, además de una terraza con vistas al mar en la que te puedes tomar cualquiera de las bebidas que tiene a disposición de los clientes. Sin problemas para aparcar, 4 de los 7 dias aparcamos en la misma puerta, y el resto en las calles de al lado, a menos de 1 min andando. Y por supuesto el trato recibido fue de 5 estrellas, tanto por el propietario, María, y por el resto de personal que mantiene el encanto del hotel de una manera muy profesional. Cumplen con todas las medidas COVID sin mermar la comodidad, una maravilla.…
El hotel ha sido tranquilo y acogedor, nos alojamos en los 2 estudios de abajo, ofrece salida por la parte abajo y de arriba, el sitio es muy recomendable, todo el mobiliario es nuevo, Sábanas y toallas muy suaves, todo limpio, una nevera y una pequeña cocina, un sofá y tele fuera del dormitorio, aparte el hotel ofrece una terraza muy agradable para fumadores por ejemplo, nos ha encantado
Es un hotel pequeño pero muy acogedor y tranquilo, bien situado a pocos metros de la calle Real, el personal es muy atento y profesional . Tiene un encanto especial con un patio y una zona de terraza muy acogedor.
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