Nos sorprendió que el hotel estuviera dentro de un centro comercial, no obstante hay que descatar la amabilidad del personal de recepción. Las habitaciones son amplias y cómodas. El inconveniente era que para salir del pasillo de la habitacion para coger el ascensor habia que salir al exterior y en invierno se coge frio. No dispone ni de un pequeño salon, ni un pequeño bar, lo cual es un poco incomodo. Hotel solo para dormir y desayunar.
Situado en el interior de un centro comercial. En este caso la habitación daba al mismo centro comercial. No tenía ni luz ni ventilación natural porque bajo la ventana estaba una galería del centro comercial. Hasta que no cerró el mismo se oía el bullicio de la gente a pesar de tener la ventana cerrada. También mucho ruido al caminar y hablar la gente por el pasillo. El suelo de la habitación tenía moqueta de color azul desgastada con un color amarillento. El desayuno buffet un poco justo. El personal muy amable y dispuesto a ayudar. Sin duda no repetiré.
Es un hotel muy tranquilo, con unos recepcionistas fantásticos y muy atentos al cliente. Se preocuparon a lo largo de todo el día sobre la hora a la que llegaríamos por si nos surgiese cualquier imprevisto. A pesar de tener dos habitaciones reservadas, nos las pusieron en la misma planta y en la altura deseada, tal y como se les solicitó en la reserva. El centro de la ciudad se encuentra a 20 minutos andando, aunque también hay transporte público en las cercanías del hotel. El desayuno de tipo continental es excelente y está bien surtido de postres gallegos. La ubicación para llegar hasta el aeropuerto o la estación de tren es muy buena porque a 10 minutos a pie hay una parada del autobús urbano directo.
Hotel dentro de un centro comercial, un tanto alejado del centro aunque hay a la puerta autobuses al centro de Santiago. La limpieza, así como el desayuno son aceptables. Lo que no es tan aceptable: el ruido. Las puertas, el pasillo, las habitaciones que dan al centro comercial, las tuberías de las habitaciones, el aire acondicionado y sobre todo el ascensor. Desde luego carece de aislamiento frente a los ruidos. Es muy difícil dormir sin que te moleste algún ruido de los citados. En definitiva, si no te importa no dormir, este es el mejor hotel.
La habitación estaba bien y la cama muy cómoda. El personal atento y amable. Está ubicado en una zona fuera del centro pero no demasiado lejos y es fácil aparcar por los alrededores. El desayuno era pobre, especialmente porque no tiene ni un plato caliente.
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