¿Buscas donde alojarte en Logroño? Entonces no te pierdas Hotel Bracos, un hotel para familias que te acerca a lo mejor de Logroño.
Las habitaciones incluyen televisor de pantalla plana, aire acondicionado y minibar, y es posible permanecer conectado, ya que hay wifi gratuito disponible, para que disfrutes de tu descanso con comodidad.
Hotel Bracos ofrece recepción abierta 24 horas, conserje y servicio de habitaciones. Además, como huésped de Husa Bracos, puedes disfrutar de bar disponible allí mismo. Los huéspedes que lleguen en coche tienen acceso a aparcamiento.
Durante su estancia en Husa Bracos, los huéspedes pueden visitar Chimenea de La Antigua Tabacalera (0,2 km) y El Cubo de Revellin (0,2 km), algunas de las principales atracciones de Logroño.
Si buscas unos restaurantes de marisco, considera probar Marisquería La Lonja o Marisqueria Cerveceria Neu Baden, que se encuentran muy cerca de Husa Bracos.
Si te interesa explorar Logroño, visita parques como Parque del Ebro y Isla Park.
Estamos seguros de que disfrutarás de tu estancia en Hotel Bracos mientras descubres todo lo que Logroño ofrece.
Una noche de insomnio, dos parejas en el octavo piso, fachada a la calle Breton de los Herreros.La habitacion un horno, el aire acondicionado de risa no....de pena. Una verguenza total. Ultima visita , despues de unas cuantas en las que mas o menos salimos satisfechos.
Hace mas de 20 años fue uno de los mejores hoteles de Logroño cuando pertenecía a la cadena Meliá. Pero actualmente sigue igual sólo le cambiaron los colchones y la tele de culo. El resto igual con el paso de los años eso lleva a : moqueta desgastada, humedades en la pared, ventanas que no cierran bien, sillas al límite de su vida....pero lo peor con calor, no se puede regular el aire acondicionado y un calor tremendo en la habitación. Lo comentamos en recepción y nos confirman que sale a una temperatura fija. Y menos mal que dormimos en la planta 5 y pese a eso se oyen las conversaciones de la calle . De 4 estrellas solo le queda el tamaño de la habitación. Eso sí muy bien situado .
Como puntos positivos he destacar la buena atención en recepción y la ubicación del hotel, al lado del teatro y de la calle Laurel. Como cosas a mejorar, varias: el desayuno me pareció bastante pobre. La habitación inicial que me dieron ( interior) tenía un ruido continuo que no desaparecía ni al apagar el aire acondicionado. Bajé a recepción y me la cambiaron por otra en la que aunque se oía también dicho ruido, se minimizaba al cerrar una puerta interior que separaba la zona de la cama de la entrada y del baño de la habitación. El baño tenía un buen secador, pero las toallas estaban muy desgastadas. El aire acondicionado funcionaba bien, y no oí ningún ruido del exterior. Era una habitación interior, vistas cero pero sin ruidos externos. Hubiera agradecido una botella de agua de cortesía en la habitación. El parking del hotel y uno concertado estaban llenos cuando llegué, pero hay uno en la Gran Vía por 12 euros la noche.…
Paramos para hacer noche, con la ola de calor en la calle no hemos podido dormir del calor que tenía la habitación. El aire acondicionado no vale para nada, 33º y para colmo se oye todo el ruido de la calle. La verdad hemos ido varias veces y bien, pero esta última se han lucido. Por cierto nos dieron las habitaciones de la última planta (8ª), creo yo que por eso el resultado.
Un hotel muy céntrico en una zona peatonal. El hotel normal, limpio, con un desayuno muy justito. La atención del personal excelente, Mucho calor en las habitaciones, supongo que porque hizo unos días de calor. Aconsejable por situación, limpieza y atención
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