Hemos estado este fin de semana, por el torneo de futbol que se celebra en Abejar. Hace dos años estuvimos en el mismo torneo y nos alojamos en el mismo hotel quedando miy contentos, y esta es la razon de volver al mismo sitio, pero nos hemos encontrado con el hotel muy descuidado. la limpieza de las habitaciones muy justa y el desayuno y cena/comida penoso. los desayunos consistian en cafe y bollería industrial y la comida recalentada y de mala calidad ademas de ofrecernos todos los días (viernes y sabado!) el mismo menu. Algo extraño y raro teniendo en cuenta las fechas. y teniendo a gente alojada. Muy mal. No repetiré.
Muchas veces más importante que las estrellas que tenga un hotel es el servicio que dan al cliente. Tengo que decir, antes de nada, que no me he alojado en el hotel y no voy a opinar ni de instalaciones ni de comida ni de wifi, etc. Solo de la atención inmejorable que recibí en una reserva que tuve que anular. Realicé una reserva para un sábado, y justo el viernes a última hora tuve que anularla. Pues ni un solo problema, todo lo contrario, comprensión y amabilidad. Este tipo de personas al cargo de un modesto hotel hace que los clientes se sientan muy cómodos en todo momento. En cuanto tenga ocasión de ir por la zona no voy a dudar en volver a reservar allí.
Estuvimos dos noches coincidiendo con las fiestas del pueblo y esta fue la excusa constante del mal servicio del hotel de tres estrellas. No tienen a nadie en recepción nunca, no sirven tapas de cocina en la barra aunque tienen carta si previamente no reservas, no te dan de comer por lo mismo aunque tenga sitio en el restaurante...lo vimos varias veces, y lo peor y mas peligroso que nos sirvieron del menú platos en mal estado y encima nos dice el encargado que nadie se a quejado...para salir corriendo y no volver, es una pena porque el hotel tiene buena pinta por fuera.
Solo cenamos en el restaurante. Lo mejor el queso de romero (muy bueno). El resto nada especial. Puedes pedir tapas a la carta o menú por 15€. Ponía que solo daban cenas a partir de las 21:00 pero cuando llegamos nos dijeron que no abrían hasta las 21:30.
Estuvimos en el Puerta Pinares hace un mes. Lo conocíamos por pararnos allí varias veces al año antes de su cierre reciente. Entonces era acogedor y cómodo pero ahora que reabrió y volvimos, nos llevamos una desilusión mayúscula: la habitación estaba congelada (febrero en Abejar!), las paredes desnudas con los soportes de cuadros allí dejados y casi no pegamos ojo en toda la noche por ruidos muy fuertes que no supimos identificar. Por la mañana, en recepción, se lo señalé al dueño que me contestó de manera algo abrupta que era la calefacción (!!!) y que "no se podía evitar!"...Para colmo, notamos que la limpieza dejaba bastante que desear. Resumiendo: una experiencia muy desagradable, sobre todo comparándola con nuestras visitas anteriores. No volveremos.
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