Fuimos hace poco dos parejas de amigos aprovechando la oferta de Outono Gastronómico y no decepcionó. El entorno del establecimiento es realmente bonito, aunque no pudimos disfrutarlo mucho por el mal tiempo. El menú estaba muy bien elaborado y nos sorprendió gratamente el corte de carne especial que nos ofrecieron. Cabe destacar el esfuerzo del regente por actuar de cocinero y camarero a la vez por la falta de personal resultante de las circunstancias actuales. La sala del comedor nos resultó muy acogedora, pudiendo disfrutar de una chimenea de leña al lado en pleno otoño, aunque sí debemos señalar que la sala es un poco oscura en esta época.
Lugar muy muy tranquilo, de ambiente celta. La edificación es un museo con un entorno del río muy agradable. El trato del personal muy bueno y la cena y el desayuno caseros. Merece la pena alejarse un poco de O Pedrouzo para disfrutar bien de una jornada de descanso.
Una muy buena atención del personal. Hubo una incidencia con nuestra reserva y lo solucionaron de forma perfecta. Es un bellísimo lugar, muy bien cuidado. Muy recomendable para desconectar y hacer turismo de otra forma. Muy cuidado el detalle en todo el hotel, con un mini museo interior. El exterior, con el río, muy bello. Merece mucho la pena.
Es un antiguo molino y aserradero restaurado en hotel rural , en un sitio con un entorno espectacular, un trato excelente de Javier y Tere,comidas y cenas muy bueno todo el menú y la carta sin duda para repetir,
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