llegamos al sitio con algo de lluvia y el señor no deja metamos las bicis y las deja frente al hotel donde guarda las bombonas de gas...al aire libre. no pasa nada ...pero no las veo muy seguras pedimos unas cervezas para llevarlas a la habitación y no nos dejaron habíamos reservado 1 habitación con 4 camas y al final dos de matrimonio nos hizo pagar una tercera habitación con dos camas y costó 75€ más la cena pésima, tan pésima que el pollo guisado estaba en mal estado e hizo pasasemos mala noche alguno y otroa mal día siguiente de pedaleo no nos ha gustado nada...y barato no era.
Enclavado en una zona fantástica, este pequeño hotel te ofrece lo que puedes necesitar en una corta estancia, sin lujos innecesarios pero con la corrección que todos debemos exigir. La escalera de acceso a las habitaciones es empinada, pero tampoco excesiva. Habitación amplia, baño completo, y todo en buen estado de conservación. A destacar una carpeta de información de la zona con mapas, itinerarios y lugares de interés. El desayuno no es nada especial, pero la cena, incluida en la media pensión, me pareció muy buena, abundante y sabrosa. Relación calidad precio aceptable. Aunque supongo que por la zona se podrán encontrar sitios mejores, este no se debe descartar.
Pasé una noche en este Auberge ( porque no puede ser considerado un hotel). Mi habitación era una habitación confort y por lo tanto más caro, aunque no tenía nada en absoluto para distinguirla de una habitación normal, y que teníamos que cruzar un pasillo para llegar al cuarto de baño. La cena tuvimos diminutas raciones y era muy mediocre, y el desayuno (8 euros) estaba muy miserable. La camarera era desagradable y poco servicial. Es el único lugar para tomar algo en el pueblo, así que has nada más para elegir. El lugar es caro y no cabe duda de que no vale la pena alojarse si puedes evitar.
Nos alojamos en un viaje en bicicleta. Las habitaciones estaban bien para una noche y los baños habían sido recientemente modernizado bastante bueno. Nos tomamos unas cervezas en el bar con los lugareños y luego teníamos la cena menú en el restaurante por el río. El desayuno era voluntaria pero adecuado.
Habíamos reservado en este hotel por dos noches mientras que en Francia viendo el Tour de Francia. El hotel es sencillo pero limpio y el personal, aparte del director, son muy agradables. Comimos en el restaurante en la segunda noche, la comida era aceptable, pero, a las nueve de la noche el gerente estaba queriendo a desalojar el restaurante para que pudiera cerrar el bar!!!! Nos pareció muy arrogante y grosero hacia nosotros y estaba hablando en francés a otros huéspedes que pasó a ser francés ... los huéspedes franceses eran muy avergonzados por esto y nos dijeron, así tras el director tenía la izquierda la habitación. Dadas las circunstancias no puedo recomendar este hotel.
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