Hemos pasado 2 semanas de agosto en este lugar y estamos encantados. Las casas son cómodas y acogedoras. Además de una cocina perfectamente equipada, tienen todo lo imprescindible y algo más. La finca es espléndida y las tardes en un hermoso jardín, sin más ruido que el agua del Corneja, los pájaros y los cencerros del ganado, inolvidables. Muy cuidado todo lo relativo a las medidas de higiene y aforo por el COVID. Y las personas que lo atienden, además de buenos profesionales, encantadores. Gracias a Sonsoles, Rosa María y Christian por hacer nuestra estancia tan agradable y especial.
Ha sido la tercera vez que íbamos, y teníamos muy buena imagen del complejo de las anteriores ocasiones. Pero hemos salido decepcionados; entendemos que la situación generada por el Covid ha complicado mucho las cosas a la hostelería, e intentamos ser comprensivos y ayudar a que los negocios funcionen. Pero es francamente inadmisible que tras anunciar en la web completos protocolos de seguridad e higiene, éstos se incumplan casi por completo: el apartamento estaba sin limpiar desde su última ocupación antes del confinamiento, es decir, lo encontramos lleno de polvo, con insectos muertos y telarañas. Evidentemente, era imposible en esas condiciones que hubiera sido limpiado y desinfectado antes de nuestra llegada. Tras la queja y limpiar algo nosotros (con bayetas y estropajo usados, por cierto), el día siguiente vinieron a limpiar y dejaron una cesta de frutas como disculpa. Pero, tal y como están las cosas, no se puede actuar así. Hay muy poco personal (muy amable por cierto) y se quiere ahorrar en gastos, y eso se hace notar. …
Estuve alojada un fin de semana con mi pareja y mi mascota. El sitio es muy bonito, tienen un montón de zona con jardín, aunque la mascota no puede estar suelta por la zona del jardín ni puede hacer sus cosas aunque las limpies. El lugar es ideal para desconectar, el pueblo es muy bonito, y tiene un camino por el bosque pasando el pueblo para ir con la mascota que está muy bien para soltarle y que corra y juegue, más cerca, hacia la derecha del hotel hay un rio, que tambien está bien para la mascota si se va con ella. Lo malo es la cobertura, la cual es CERO, te dan en el hotel wifi gratis, pero es muy baja la señal y sólo dejan conectarse a 2 dispositivos. La casa en general está muy bien, tiene de todo, a mi me hubiera gustado que tuviera alguna mesa con sillas en el porche de la entrada, y que tuvieran algunas películas para poder verlas en la casa, ya que tienen dvd pero no lo puedes usar a no ser que te las lleves de casa antes. La limpieza de las casas.... es demasiado POBRE, el suelo de la casa tenía un montón de insectos muertos, tuve que limpiarlo yo porque no quería que mi perro se comiera ningún bicho muerto del suelo. Ya que ofrecen en la casas utensilios de menaje, podrían dejar estropajos sin abrir para cada huesped, ya que no sabes quien lo ha tocado antes, así como un gel desinfectante antes del acceso a la casa…
Hotel acogedor y familiar Casitas rurales con lo imprescindible para pasar unos días agradables Si quieres tranquilidad es un sitio ideal. Sonsoles q es quien gestiona el hotel es muy agradable y dispuesta a darnos explicaciones de los alrededores
Estancia inmejorable en este hotel rural, cuenta con todo lo necesario para una estancia insuperable, limpieza, comodidades, cuidado con mimo hasta el ultimo detalle. A destacar también la atención de Sonsoles, sonrisa perpetua y siempre dispuesta a ayudar. Volveremos!!
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