Lugar increíble. Vistas inmejorables. Casa y habitación de película, revestida de madera y de calidad. Desayuno de productos caseros en una mesa alargada junto a la chimenea compartiendo mesa con el resto de los huéspedes. La pareja que lo regenta muy amables y discretos.Tienen unas niñas a las que ni se las oye. La única pega es que esta un poco a desmano.
Estupenda estancia, muy agradable y acogedora granja...los dueños son encantadores...lo recomiendo mucho si vas a esquiar en saint lary...aunque Piau engaly esta muy cerca también...como Peryagudes . El pueblo es precioso
Una casa preciosa construida en piedra al estilo del pirineo. Un salón de estar con unas impresionantes vistas del valle y la montaña. La habitación sencilla pero acojedora. Buen desayuno en un comedor con una inmensa chimenea. Tuvimos la ventaja de estar solos en toda la casa,por lo tanto una paz absoluta. También tiene una sauna y baño turco muy agradable. Los propietarios encantadores. En temporada alta también se puede cenar en la casa.
Estuvimos muy a gusto en Semana Santa, 3 noches. Es una granja reconvertida en hostal, todo muy cuidado y bonito, con unas vistas impresionantes. Llevado por un matrimonio con dos niñas, los espacios de los propietarios y los huéspedes están muy diferenciados y tan solo en el desayuno se coincide más con ellos. Como inconveniente, dependes para todo del coche. Yo estuve muy a gusto, pero hay que tener claro que se va a una granja y que no es un hotel para ciertas cosas (no se puede pagar con tarjeta, etc. )
Estuvimos mi mujer y yo a finales de enero y la verdad que la experiencia fue muy buena. El trato muy familiar, ya que los dueños viven en la misma casa, y son muy buena gente. Las instalaciones en perfecto estado y todo reformado recientemente. Disfrutamos mucho, tanto del trato, como de la casa -que es preciosa-, como de sus entrañables vistas al valle. Muy cerca de las pistas, por lo que es muy cómodo si la idea es ir a esquiar. También indicar que es super tranquilo y se duerme genial. Además que las camas de matrimonio son cojonudas! Lo único malo que podemos decir es que no tuvimos agua caliente al llegar, por lo visto el depósito del calentador no debe ser muy grande y una pareja que acababa de llegar antes que nosotros la había gastado. Otra cosa que nos gustó mucho, fue el trato recibido. Además, por la mañana había nevado y nos ayudaron a despejar la nieve del camino para sacar el coche, así como poner las cadenas! La verdad que Sylvain y Julia son encantadores. Seguramente repitamos!…
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