El hotel es muy mono y la habitación abuhardillada para una pareja está muy bien, con el baño que parece recién reformado. Está genial que haya una kettle en la habitación e incluso con minibar, un buen detalle para un hotel rural. La piscina es muy grande con hamacas y todo, pero deberían revisar el estado de la misma, puesto que había algunas hamacas algo estropeadas y mejorar la limpieza de este espacio dadas las circunstancias del COVID, puesto que lo que hay es un sray que no pulveriza bien de uso para los clientes y me dio la sensación de que no hacen una limpieza más exhaustiva por el virus (sí la habitual), ya que cuando llegamos había algunas hamacas que estaban un poco sucias. El resto de instalaciones en cuanto a limpieza,decoración y demás muy bien. El desayuno siempre entra, está rico y variado, pero echamos de menos más productos extremeños como pan de pueblo en vez de baguette, dulces típicos veratos en vez de bollería industrial, frutita de la zona como frutos rojos, por ejemplo, que le darían más valor aún. Los dueños muy majetes.…
Los hermanos Leo y Susana dirigen este establecimiento familiar ofreciendo un trato cercano y respetuoso. Comida casera honesta, sabrosa y con un toque original. El hotel cuenta con un gran salón para reuniones, una piscina que se agradece muchísimo en esta época y un gran patio para desayunos y cenas al aire libre, respetando en todo momento la separación impuesta por el Covid. Una de las plazas de aparcamiento dispone de un enchufe tipo schuko en el que pude cargar mi vehículo híbrido enchufable. Si pensáis usarlo, mejor avisad para que os reserven esa plaza. Un sitio muy recomendable como base de operaciones de las fantásticas comarcas De la Vera, el Jerte y Plasencia. En ambas la historia y la naturaleza tienen mucho que enseñar.
Elegí La Casa de Pasarón para mantener la reunión estratégica anual con mi equipo y la decisión fue acertada. Espacio de trabajo grande con todas las comodidades. Servicio personalizado de coffee breaks. La comida excelente. El ambiente tranquilo que nos permitió hacer el trabajo sin interrupciones. Las habitaciones cómodas y el hotel estupendo. Pudimos relajarnos en la piscina y visitar la zona, que es maravillosa. A tener en cuenta para reuniones y retiros. Volveré con más tranquilidad y mi familia.
Escapada rural perfecta. Tranquilidad, espacio, naturaleza, piscina. Enclave paisajístico precioso. Cercano, familiar. ¡Comida FASCINANTE! 100% recomendable. Hemos sido tratados como reyes. El salón social es perfecto para reunirse y con una decoración y estilo, y comodidad óptima. Sin duda repetiría
Todo espectacular desde la bienvenida hasta la comida la dueña muy amable y Verónica la camarera la comida estupenda y muy limpio todo trato muy bueno volveremos a repetir.Habitacion muy bonita y amplia.Susana la dueña muy amable y muy detallista
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