Hotel rural un poco alejado del centro . No nos alojamos en él, solo utilizamos el restaurante Es agradable cenar aquí pues tienen un patio con muchas plantas y cenadores ideal para las noches de verano . La comida es regional y buena El servicio ha mejorado en los últimos años. Es eficaz y agradable
Nos atendió Pilar Arnoriaga (dueña?) y nos pareció muy seca y con prisa en que terminaremos tanto en pedir la comanda como en que nos fuéramos. Estuvimos cenando con unos amigos y resultó cara para lo que nos pusieron. La carta estaba muy alta de precio para el local. Pedimos ensalada de la casa, chipirones a la plancha y rabo de ternera. La ensalada muy recargada de frutas que se parecía más a una mecedora que a una ensalada; los chipirones muy escasos y el rabo de ternera bien pero escasillo. El arroz con leche rica. El patio terraza bonito pero sin orden.
Estancia de una noche en el hostal rural asturiana dos adultos y dos niños en julio incluido desayuno. El precio de la habitación me parece un poco excesivo para una catalogación de dos estrellas, fueron 100 euros. Carece de aire acondicionado por lo que si bien dispone de un ventilador de techo pasamos calor por la noche. Al tener que dormir con la ventana abierta molestaba el ruido de los coche al pasar por la calle. Se encuentra un poco retirado del centro del pueblo. El desayuno no nos gustó nada; constaba de una tostada de pan con mermelada o aceite o un cruasan y fruta (un kiwi y unas cerezas) que estaba un poco pasada y para los niños les ofrecieron unas galletas, llamándonos la atención porque era un paquete de los que podemos tener en casa ya abierto. Lo único que destacaría es la limpieza. En general un precio excesivo para lo que ofrece. Lo puntuo normal porque la limpieza fue muy correcta. No creo que vuelva.…
No hay muchos sitios en Valencia de Don Juan para descansar. Quizás, por ese motivo algunos entiendan que no hace falta esmerarse para dar el mejor servicio posible. Aquí el principal inconveniente es la ausencia de aire acondicionado. Es muy difícil descansar en verano con el calor que hay en determinados días. Si a eso añadimos la atención al cliente, lejos de lo que uno siempre espera recibir, provoca que le otorgue una nota baja.
He pasado allí una semana con mi pareja y mi hijo de 7 años y nos hemos encontrado con una estancia muy cómoda y agradable. La habitación amplia, buena decoración y una limpieza admirable. Muy buen servicio de comidas con un amplio menú todo ello con una preparación excelente, todo elaborado por uno de los dueños, Teo. Pilar, la dueña, siempre tiene una buena conversación y un trato muy agradable. Sin duda, volveremos allí en otra ocasión.
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