Nos gustó mucho la casa y la habitación incluyendo el desayuno. Sin embargo, hay detalles de los dueños fuera de lugar. Tuvimos que negociar que se quedase la perrita en la habitación porque estaba lloviendo mucho y no podíamos llevarla todo el día con nosotros (tiene 16 años y no puede estar todo el día en la calle). Aparte de eso, tienen un concepto de servicio al cliente muy estricto. No hay ayuda, ni servicio para comer o cenar cuando es un pueblo con dos bares donde no se puede ir a cenar. Dejan un poco de fruta, sándwiches, fiambre para que cada cliente se sirva sin estar al tanto del servicio al cliente. En conclusión, demasiadas normas y reglas para familias que vamos a descansar y despreocuparnos . Considero que su concepto de servicio es el no servicio, para no trabajar. Y eso que imagino sólo tienen mayor carga de trabajo los fines de semana y puentes. En fin, especialmente la dueña es como doña exacta y sus normas. No nos gustó ese concepto.…
Hotel encantador, cada habitación con su propia historia y decoración en consonancia, limpias como una patena. La propietaria/gerente un encanto de persona, ocupándose de cualquier necesidad del huésped. El desayuno excepcional, como en pocos lugares lo he podido degustar. En una palabra, un lugar para descansary desde el cual desplazarse a los lugares monumentales de La Rioja
Un lugar con mucho encanto. Laura la dueña es encantadora y nos ayudó muchísimo con las reservas y los planes. El desayuno buenísimo y muy completo con gran variedad! El pueblo es una preciosidad también! Muy contentos con nuestra estancia
Ha sido una muy agradable sorpresa, pueblo pequeño pero encantador, el sitio ideal, el alojamiento espectacular, las habitaciones preciosas y la atención de Laura y la persona que nos atendió a la llegada, sencillamente espectacular, el detalle de la cafetería autoservicio es de agradecer (te sirves lo que quieras, lo apuntas y lo pagas cuando te marchas), denota una gran confianza y, los clientes, lo agradecemos, lo dicho, todo fantástico, sitio muy muy recomendable, sin duda volveremos y no tardando mucho.
Lugar perfecto para descansar, con muchos sitios cerca para visitar, comer y descansar. Anfitriones muy atentos que te hacen sentir único y como en tu casa. Desayuno riquísimo. Cama muy cómoda y habitación muy tranquila.
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