Da gusto conocer gente como vosotros. El trato excelente. Un entorno precioso, enclavado el la Ibérica zaragozana. Al lado del río Jalón y con múltiples posibilidades de senderismo o bici de montaña. Repetiremos en primavera cuando las cerezas de su huerto estén en flor
Hemos pasado solo dos dias pero sois unas personas increibles,un lugar muy tranquilo,muy bonito y muy recomendable,muchas gracias por vuestro regalo del cubo de las cerezas...estan buenisimas,gracias por todo Gertrudis y Moises un abrazo fuerte
Salió estupenda nuestra celebración gracias a unas estupendas instalaciones. Como hacia calor disfrutamos mucho de la piscina y hicimos una magnifica barbacoa. Los dueños estuvieron encantadores contándonos anécdotas y dándonos buenas recomendaciones para visitar el entorno, como lugares donde comer. Una relación calidad precio estupenda. Volveremos más veces.
Estuve alojado con mi esposa e hijo de cinco años un fin de semana en junio de 2013, con ocasiòn de la visita al Monasterio de Piedra. La habitaciòn muy acogedora. El lugar, un remanso de paz, sin ruidos, salvo el canto de los pájaros. La comida muy buena y servida en una edificaciòn adjunta con comedor en el que había diversos juegos de mesa. La piscina muy limpia. Todo el recinto rodeado de naturaleza. Sobre todo lo mejor la hospitalidad y conversaciòn con los dueños y especialmente de Gertrudis. Ambos se prodigaron en todo tipo de atenciones para mi hijo a quien le enseñaban a diario los animales que había. Fue una estancia muy agradable
Nuestra principal objetivo era visitar el Monasterio de Piedra pero esta casita tranquila y de propietarios encantadores, supero todas nuestras espectativas. Mermelada de moras, espectacular hecha por Gertrudis. Algo negativo... Nos quedamos con las ganas de probar las cerezas del numero 18 de esos más de 1000 arboles.
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