Descubre por qué tantos viajeros ven Parador de Cuenca como el hotel ideal cuando visitan Cuenca. Además de aportar la combinación ideal de calidad, comodidad y ubicación, ofrece un ambiente romántico con una amplia variedad de servicios diseñados para viajeros como tú.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, minibar y aire acondicionado, y Hoteles Cuenca te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hotel, como servicio de habitaciones y conserje. Además, los huéspedes pueden disfrutar de piscina y restaurante durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay aparcamiento disponible para los huéspedes.
Al contar con muchos conocidos puntos de referencia en las inmediaciones, como Casas Colgadas (0,2 km) y Museo Tesoro Catedral (0,2 km), los huéspedes de Parador de Cuenca tienen la oportunidad de visitar con facilidad algunas de las atracciones más populares de Cuenca.
Los viajeros que quieran costillas pueden acudir a La bodeguilla de Basilio. Si no, puedes dirigirte a un restaurante de comida italiana como American Piccolo, Bucci o Restaurante Vesubio Siglo XXI.
Si buscas cosas que hacer, considera Túnel de Alfonso VIII (0,6 km), Museo de Paleontologia de Castilla-La Mancha (1,1 km) o Puente de San Pablo (0,1 km), que son atracciones populares entre los turistas a las que puedes llegar andando.
Estamos seguros de que disfrutarás de tu estancia en Parador de Cuenca mientras descubres todo lo que Cuenca tiene para ofrecer.
Este precioso Parador tiene una ubicación perfecta para visitar la parte monumental de Cuenca. Nuestra habitación en la tercera planta tenía una vistas espectaculares a las casas colgantes, era además muy amplia, cómoda y silenciosa. Cenamos dos veces en el restaurante y otra en la cafeteria y fenomenal. Los desayunos, como siempre en Paradores, buenisimos. El personal superamable. Para repetir!!
Mucha profesionalidad por parte de todo el personal, como ya es normal en toda la red de Paradores. Hace muchos años que visito los Paradores y siempre he sido tratado de forma excelente. La primera vez que visite un parador fue en el año 1968 en mi viaje de boda en el Parador El Molino Viejo en Gijón.
Todo estupendo el Parador precioso, en un lugar y con unas vistas increíbles. El personal de todos los departamento muy amables y profesionales. El desayuno buenísimo. Las comidas que probamos muy ricas. Raciones abundantes de calidad y a buen precio. Para repetir, si el bolsillo lo permite.
La mejor opción para disfrutar del casco antiguo de Cuenca aunque de los más caros por noche. El edificio es espectacular y para llegar a la catedral básicamente tienes que cruzar el puente de San Pablo. Impresionantes vistas por la noche, con todo iluminado. Como en otros Paradores, necesita una renovación a gritos. Más teniendo en cuenta que muchos fines de semana están completos. Nos costó 3 intentos conseguir la reserva. No obstante, acababan de pintar y se agradece, pero insuficiente para el estado de los muebles, puertas, suelos, aseos… Fantástico desayuno y buena carta tanto en el restaurante (siempre más elaborada y cara) como en la cafetería con unos ventanales y vistas a la ciudad. Aún así, merece más la pena dar un paseo por el centro histórico con multitud de buenas opciones para todos los gustos y casi todas, más económicas. Volveremos en cuanto lo actualicen!…
Un sitio muy bonito y con historia, esta bien conectado con el casco antiguo y tiene unas vistas increíbles. La comida y el desayuno riquísimos, lo único, que no hay muchas opciones para los vegetarianos. La habitación simple pero con encanto. Sin duda recomiendo visitar tanto el parador como l ciudad de Cuenca.
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