Descubre por qué tantos viajeros ven Torremangana Hotel como el hotel ideal cuando visitan Cuenca. Además de aportar la combinación ideal de calidad, comodidad y ubicación, ofrece un ambiente para familias con una amplia variedad de servicios diseñados para viajeros como tú.
Disfrutarás de agradables habitaciones que incluyen televisor de pantalla plana y aire acondicionado, y podrás estar conectado durante tu estancia, ya que Hotel Torremanga ofrece wifi gratuito a los huéspedes.
El hotel tiene recepción abierta 24 horas y servicio de habitaciones. Además, Torremangana Hotel ofrece bar para poder relajarte tras un ajetreado día. Hay aparcamiento disponible para huéspedes con coche.
Para aquellos que estén interesados en visitar puntos de referencia conocidos durante su viaje a Cuenca, Torremangana Hotel se encuentra cerca de Parroquia de Nuestra Senora de la Luz (0,4 km) y Plaza Mayor de Cuenca (0,9 km).
Cuando estés en Cuenca, es posible que te apetezca probar tapas en algún restaurante cercano, como La bodeguilla de Basilio o Restaurante San Juan Plaza Mayor.
Si tienes tiempo, Túnel de Alfonso VIII, Museo de Paleontologia de Castilla-La Mancha y Puente de San Pablo son atracciones conocidas a las que puedes llegar andando.
Estamos seguros de que disfrutarás de tu estancia en Torremangana Hotel mientras descubres todo lo que Cuenca tiene para ofrecer.
Me atendieron muy bien y rápidamente en todo momento. Una estancia muy agradable. La habitación mantuvo una temperatura cómoda, pedí por la web una habitación alta y la tuve, al igual que me permitieron entrar antes de la hora. Repetiría sin duda.
Buena relación calidad precio. Personal agradable y muy servicial. Esta bien situado, cerca del centro y del casco antiguo pero en una zona tranquila. Aunque, para mi gusto, la habitación tiene un diseño clásico la estancia en ella se hace agradable porque pero esta bien cuidada y muy limpia.
Sabíamos que el hotel era antiguo pero, por lo que hemos podido ver, ha tenido pocas reformas. Las habitaciones estan muy anticuadas, el baño es viejo, las camas son duras, las almohadas muuy altas, tuvimos que desenchufar el minibar porque hacía un ruido horrible y la limpieza tampoco es exhaustiva; encontramos algunos pelos en el baño y pelusas en el suelo.
Bien situado incluso si se quiere visitar el casco antiguo; limpio y cuidado, silencioso (al menos en la habitación en la que estuve); un poco frío en las áreas comunes y o la cafetería, pero mi visita fue en días particularmente fríos. Mejor si se visita la ciudad nueva por trabajo. El hotel necesita un repaso de la decoración (muy buena para los años 1970).
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