No entiendo la nota que tiene el hotel. Ruido a todas horas porque hay gimnasio y pistas de tenis hasta tarde, colchon que es un folio y lleno de manchas. El desayuno peor de lo esperado, poca variedad y sin un triste tostador. No repetiria.
Estamos actualmente alojados en el Urbihop toda la familia (2 adultos y 2 niños) durante dos noches para visitar Vilnius. A pesar de estar lejos del centro, para nosotros es cómodo con el coche. Las instalaciones son correctas, pero el servicio lo podemos catalogar como bajo. En nuestra primera noche y a la hora de cenar, nos encontramos sin poder dar de cenar a los niños algo de leche porque a las 22:00 cierran la cocina escrupulosamente, a pesar de estar sentados desde las 21:00. El desayuno correcto para adultos pero no para niños. Faltan galletas y cacao por ejemplo. Lo más desagradable es volver después de un día completo visitando la ciudad y encontrarte con la habitación prácticamente sin hacer. Tan solo estirar el edredón encima de la cama. Falta estirar sábanas, el baño sin hacer, etc. No es que seamos nada exigentes ya que de hecho, nos estamos desenvolviendo en todo tipo de alojamientos pero cuando pagas por un tipo de alojamiento, los mínimos deberían cumplirse.…
Nos alojamos en la sexta planta, imposible dormir ya que se escuchaba un ruido constante de noche y de día! El servicio de habitaciones pésimo!!! De lo peor! Cuando te hacen la cama si es que te la hacen solo suben el edredon para arriba!abrimos la cama y ahí estaban las sabanas arrugadas Ni aspiraron ni nada y esto que el baño estaba lleno de cabellos! Solo me retiraron el alfombrin pero no me pusieron uno de limpio osea que nos quedamos sin! En fin jajajajaj
habitación minimalista, sin mesa ni armario. Preciosas vistas, con persiana gradulux no oscurecible, para disfrutar el temprano amanecer báltico. Juntar un café y un bollo para el desayuno costaba más de 20 minutos. Si querías pan en la cena (que tardaban no menos de una hora en servir) te lo tenías que traer de la calle. El papel higiénico cazado a lazo por los pasillos. Las llaves se desmagnetizaban todas a la vez y tenías que hacer cola hasta reconstruirlas. Los ascensores bonitos pero insuficientes. Si reclamabas el responsable parecía el fundador de los Ritz, por supuesto no solucionará nunca las deficiencias ya que no admite tenerlas.
Si como nosotros buscas un hotel que no esté en el centro de la ciudad, Urbihop Hotel sería una muy buena opción. Está justo al lado del SEB Arena pero a 15 minutos en coche del centro de Vilnius. Los alrededores del hotel no son muy recomendables, no es precisamente una zona de paseo y hay pocos lugares donde ir a comer fuera del mismo hotel. Aunque sí hay una parada de autobús cerca, no lo recomendaría a menos que te muevas en coche. Por lo que se refiere al hotel, es totalmente nuevo. Elegante, moderno y comfortable. Las habitaciones están muy bien decoradas, enmoquetadas de punta a punta, la cama es grande y cómoda, bien aislado acústicamente y sobretodo limpio. No tienen balcón pero las habitaciones son amplías. El baño con ducha también está bastante bien y limpio. La atención del personal es impecable y además hablan inglés perfectamente (no viene siendo lo normal en Lituania). El desayuno es un poco pobre. Hay variedad pero dentro de la gama "English Breakfast". Es decir, huevos revueltos y duros, beicon, salchichas, judías y panqueques con mermelada. Pan y dos tipos de embutido, solo un tipo de fruta y de bebidas hay zumo de un tipo, té de varios, cafés y cereales. Si desayunas salado no está mal pero personalmente me faltó alguna opción más dulce. Pero por lo general, un hotel muy recomendable. …
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