Dzingel es una magnífica elección para viajeros que vayan a Tallin, ya que ofrece un ambiente económico además de numerosos servicios diseñados para mejorar su estancia.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, y Dzingel te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hotel, como recepción abierta 24 horas y espacio para guardar el equipaje. Además, los huéspedes pueden disfrutar de jacuzzi y desayuno incluido durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay parking gratis disponible para los huéspedes.
Durante su estancia en Dzingel, los huéspedes pueden visitar Nomme Rahu Church (2,4 km) y Saha Chapel (4,2 km), algunas de las principales atracciones de Tallin.
Si buscas unos restaurantes de comida india, considera probar Akbana, Drumsticks o Little India, que se encuentran muy cerca de Dzingel.
Si buscas algo que hacer, Glehn Castle es una buena manera de pasar el tiempo
¡Disfruta de tu estancia en Tallin!
Lejos del centro pero bien comunicado con autobuses. Tiene un cierto nivel de confort pero puede mejorarse. Poca capacidad de ascensores. El desayuno aceptable. Es un hotel para ir en grupo y simplemente dormir
Viajes Promocionados por la Comunidad de Madrid (Programa Mayores). Hotel lejos del centro de Tallin. Edificio de la Época Soviética. (Como una cárcel). Las condiciones de las habitaciones nada preparadas. Olían raras.Muy antiguas.. El desayuno muy escaso.No preparados para grupos. Nada recomendable. La Comunidad de Madrid debería de vigilar a sus proveedores y no mandar a estos hoteles.
El hotel,es como un cuartel de la KGB,no esperen atenciones,ni bienvenidas,las habitaciones con 30 grados y sin aire acondicionado según entre a la habitación retiren y guarden las colchas son horrendas,el baño está sin restaurar La comida es rancho para rebaño,todo es del mismo color y sabor
Muy mal hotel las habitaciones SIN AA, las camas como las de la Mili (Cuando se hacia) son camastros podeis juzgarlas vosotros mismos por las fotos. La colchoneta, si lo estais leyendo bien una colchoneta de 2 centimetros de grosor colocada encima de "Un colchon?????". Con unas mantas que daban cascancia. Los ascensores son solo dos con capacidad para solo cuatro personas de tamaño normal y si vas con maletas solo entran tres. Son totalmente insuficientes para este hotel tan grande. En cuanto al Buffet simplemente pasable sin mas, el zumo de naranja algun dia tuve que dejarlo por el mal sabor que tenia.En cuanto a la orientacion de las habitaciones, como te den una que este orientada hacia la avenida donde esta situado el hotel la has fastidiado sobre todo si vas en esta epoca puesto que te da el sol desde mediodia hasta que se pone y dispones de una ventana de reducidisimas medidas para ventilar enfin no se lo recomiendo a nadie. Nosotros hemos ido porque estaba selecionado dentro del viaje de la Comunidad de Madrid (Finlandia y las Republicas Balticas.…
Hotel época sovietica, enorme, pero reformado. Alejado del centro pero comunicado mediante autobús. habitaciones cómodas y el baño correcto. El desayuno muy aceptable y el personal amable, al menos así lo sentí. Pase dos noches y muy bien. Buena relación precio calidad.
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