Casa Puente, Art and Wine, Hotel Boutique.
La Casa Puente, ubicada en la zona histórica de Valparaíso, específicamente en el Cerro Alegre, sector declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el año 2003, cumple este 2016, 100 años desde su construcción.
Vivienda con influencia de la arquitectura Norte Americana y Europea, emplea elementos clasicistas e historicistas destacándose mayormente una tendencia de composición inglesa de sus fachadas y elementos ornamentales.
Se destaca en la composición de sus volúmenes irregulares, la condición de vivienda aislada, algo poco usual en la zona.
Dentro del conjunto resalta también el pórtico de acceso, a través de un puente, coronado por dovelas entrantes y salientes.
La Casa Puente, ha sido concebida como vivienda unifamiliar en sus inicios, teniendo a posterior una serie de ocupaciones y usos, que la transformaron en una leyenda para la bohemia de la aristocracia porteña y luego de la vanguardia, cultural y artística.
En los años 40`s es transformada en un hotel de "vida alegre", el más exclusivo de la ciudad, utilizado por los caballeros más adinerados de Valparaíso. Los pasadizos subterráneos que unían la casas con el seminario (quemado años atrás) y la iglesia, dispuestos para acceder sin ser vistos.
Volvió a su uso original en los 60`s, pero llegados los 80`s, las fiestas electrónicas, colectivos artísticos y montajes culturales, marcaron su camino. Hoy ese pasado cargado de historia, bohemia y cultura, es el que se quiere rescatar.
La envolvente de la casa Puente, y su relación con el entorno, se trabajaron respetando 100% su condición histórico – patrimonial. Volviéndola a su condición señorial, inicial, de principios del siglo pasado. Esto busca respetar el entorno patrimonial, paisajístico. Potente atractivo propio del núcleo turístico de Valparaíso.
El interior por contraste, se respetan las esencias y elementos jerárquicos históricos, pero, además, se buscara trabajar de manera contemporánea su configuración, uso y funcionamiento. Trabajando a modo de estrategia el encuentro entre dos siglos. Lo tradicional y lo moderno. Con sus valores particulares.
La experiencia de visitar Valparaíso, para el turista se verá complementada, con el diseño experiencial de dormir en este hotel.
Cada pieza, es proyectada por un artista, diseñador o arquitecto destacado, buscando plasmar conceptualmente la historia de la casa y el entorno patrimonial, de manera contemporánea en cada habitación. Se busca dotar a cada una de las 16 piezas de un relato, un concepto, una idea ejecutada, de la experiencia de un habitar especial.
Se interviene la estadía tradicional en un hotel, buscando una experiencia notable. No solo desde el trato del personal, o los servicios, que son de excelencia, si no también, desde lo sensible.
No vas a dormir en una pieza de hotel, vas a despertar en una pieza de arte.
Reservé vía web (servicio de paxer) y dado que en su información decía que para modificaciones debería contactar directamente al hotel, fue lo que hice, ya que por fuerza mayor no iba a poder llegar la primera noche. En la llamada telefónica (tal como indica paxer en la reserva) me confirman que la reserva queda confirmada para el día siguiente y que debía cancelar al llegar al establecimiento. El día del arribo, me indican que la reserva no la habían modificado, si no que la habían cancelado ya que no se había pagado antes, contraviniendo expresamente lo indicado por la recepción. No hubo solución, ni disculpas, solo se limitaron a decir que "el sistema" canceló reserva. Me quedé sin explicación y con mi familia sin alojamiento, aún cuando yo había cumplido con lo indicado por el hotel. Lamentable la irresponsabilidad y poca seriedad de un hotel como este. No es confiable hacer una reserva o seguir lo que ellos mismos indican, no se recomienda reservar ni alojar con ellos. Demasiado riesgo para una ciudad pequeña, con poca oferta. Un desastre.…
Hotel muy lindo, mezcla el arte con el encanto de la antigüedad restaurada; habitaciones amplias, linda decoración, personal muy amable, desayuno exquisito y muy abundante ( en realidad demasiado); muy buena ubicación!
Hotel de muy buen gusto, muy bien decorado y pensado. Casona antigua refaccionada y decorada por grandes artistas que le da un toque chic y peculiar a cada una de las habitaciones. Estacionamiento disponible, cosa difícil en Valpo. Atención amable. Sin duda volvería a este lugar.
Fui un fin de semana cualquiera con mi novio a Valparaiso y elegimos este hotel por las buenas opiniones. A nuestra llegada en la noche fuimos muy bien recibidos y el hotel es precioso, se respira arte en el. En principio nos asignaron una habitación al lado de la puerta, lo que nos incomodo bastante por los ruidos, la exposición y la mala vista, ante eso amablemente nos cambiaron a otra habitación. La atención y ubicación son muy buenas, no movimos el auto en todo el fin de semana. El problema y la razón por la que lo califico como regular radica en el desayuno, que para el precio del hotel es muy pobre y mala calidad, un poco de pan frio y duro, palta y un par de dulces de supermercado. No es acorde para el valor del hotel. Por otro lado, los ruidos. Soy muy sensible a los ruidos para dormir y sentí ruidos tanto en la noche como desde las 7 am, a pesar de que amablemente nos asignaron una habitación mas resguardada. Asumo que estando frente al lobby no habria dormido nada…
El Hotel es precioso, las habitaciones son cómodas con arte y buen gusto, la vista es maravillosa y con estacionamiento amplio (cosa difícil en Valpo). La atención de Andrés completa el lugar para convertirlo en una experiencia para repetir y recomendar.
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