Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur
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Información
La búsqueda del hotel para familias ideal en Kuala Lumpur no tiene por qué ser difícil. Bienvenido a Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur, una fantástica opción para viajeros como tú.
Se ofrece wifi gratuito a los huéspedes y las habitaciones de Berjaya Times Square Hotel incluyen televisor de pantalla plana, aire acondicionado y frigorífico.
Durante la estancia, disfruta de algunos de los servicios que ofrecen, como servicio de habitaciones y conserje. Los huéspedes de Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur - Malaysia Hotel también disponen de piscina y desayuno allí mismo. Para viajeros con coche hay aparcamiento disponible.
Durante su estancia en Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur, los huéspedes pueden visitar KLCC - Bukit Bintang Pedestrian Walkway (1,2 km) y Chinatown (1,5 km), que son algunas de las principales atracciones de Kuala Lumpur.
Si buscas unos restaurantes de marisco, considera probar Nobu, Iketeru Restaurant o Taka by Sushi Saito, que se encuentran muy cerca de Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur - Malaysia Hotel.
Kuala Lumpur también se conoce por sus museos militares, como Royal Malaysian Air Force Museum, que no se encuentran muy lejos de Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur.
Berjaya Times Square Hotel, Kuala Lumpur te acerca lo mejor de Kuala Lumpur, haciendo que tu estancia sea agradable y relajante.
Ubicación
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Las habitaciones con muy amplias, pero el mobiliario es un poco antiguo aunque están muy limpias y la cama es muy cómoda.
Lo mejor sin duda es la ubicación que tiene.
No estoy seguro de si la suite que nos dieron estaba reformada, pues creo que estaban actualizando el diseño de todo el hotel por etapas. La nuestra parecía como si ya la hubieran renovado ya que las paredes de la suite estaban recién pintadas pero ahí se acabó todo. La moqueta y el mobiliario parecían desgastados. La lechada del cubículo de la ducha tenía moho. Los toalleros y el portapapeles del cuarto de baño se desprendían de la pared. Las camas crujían mucho cuando nos movíamos y eso que no somos muy grandes. No se podía controlar el termostato del aire acondicionado (vino el técnico para decirnos esto), además uno de los extractores hacía ruido, pero tampoco podían arreglarlo. El filtro del extractor estaba cubierto con una gruesa capa de polvo, lo cual no es nada positivo para un hotel de esta categoría.
Todavía peor, en recepción sencillamente no existía la coordinación con el departamento de mantenimiento. Poco después de deshacer nuestras maletas, vimos a través de unas grandes ventanas de cristal a algunos trabajadores en una góndola afuera. El botones llamó al timbre y vino el director para decirnos que estaban realizando unas reparaciones en el exterior, por lo que oiríamos algunos golpes durante una hora, más o menos. Podíamos soportar eso. 10 minutos más tarde, el botones volvió a llamar y otro director nos preguntó si podíamos dejar entrar a algunos trabajadores para hacer reparaciones. Aquello fue la gota que colmó el vaso porque nos negamos en rotundo.
En honor a la verdad, el personal era educado y se esforzó al máximo para ayudar. Pero la falta de coordinación y el escaso mantenimiento de las habitaciones deja mucho que desear.
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