Perdimos nuestro vuelo de conexión y el agente en el mostrador de boletos de Sanza hizo las reservaciones de ser y ser para nosotros. Emilio, el dueño vino al aeropuerto y nos recogió y nos llevó a su establecimiento. Nos dieron la habitación con el baño privado. Tanto la habitación como el baño eran bastante grandes, así que no nos sentíamos agobiados. La habitación estaba limpia y parecía haber sido recientemente renovado. Buena conexión a internet. Bonito y pequeño patio central. El desayuno era escaso, fruta y café. Viaje gratis de regreso al aeropuerto.
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