en medio de la naturaleza, un lugar que no desentona con el medio, excelente atencion, la cocina es maravillosa. La atencion es esmerada y el entorno.... FABULOSO. Especial para disfrutar de la naturaleza, pesca, caminatas, trecking. Recomendable. podes ir al tomar el te, sin hospedarte
La Naturaleza aprovechada al 100% en un lugar de ensueño. Hotelería de montaña impecable, funcional, de buen gusto. La cocina (contratamos pensión completa) fue un hallazgo! Comida casera, abundante, variada y muy liviana. Con productos locales y de cosecha propia. Muchísimos programas para hacer, aún para aquellos a quienes no les interese pescar. Pero hay algo mejor aún que el entorno natural paradisíaco, la comida rica, los programas y la edifiación, y es SU GENTE. Te hacen sentir como en tu casa, del primero al último de los que te atienden. El trato cordial y familiar hacen que te sientas bienvenido y que tus deseos se consideren importantes. La calidez del trato a su vez encuentra el punto justo porque saben cómo no ser invasivos y dar a cada huésped su lugar sin avasallar. Tienen el don de encontrar el punto justo. Recuerdo en esto muy especialmente a Paula, que es como un hada madrina sobrevolando los deseos de todos los que están alojados ahí. Solo palabras de agradecimiento para todos (José, Delfina, Andrea, Anahí y todo el equipo). Ojalá podamos volver :)…
Gracias Alejandro, Benito, Cristina, Paula y todo el personal. En un lugar increible, un spa natural, rodeado de naturaleza y paisajes unicos, excelente atencion, familiar, un lujo la atención, muy buena comida en el restaurant. Un lugar ideal para descansar, caminar, pescar, pasarla diferente. .
Estuvimos 2 veces en enero/21. Buena atención!! Lugar excepcional!!! Muy buena atención. Gracias Alejandro, Benito, Cristina y Paula. También al personal que nos atendía. Todos muy amables y educados. Buen desayuno!! Hotel limpio y cuidado. Algo maravilloso, sin televisores en las habitaciones👏👏👍. Sin duda volveremos
Es un hotel increíble, no es de lujo, pero si lo es lo que ofrecen, la gente que atiende, los visitantes que son habitues desde hace muchísimo tiempo. Los padres llevaban a sus hijos y estos hoy a los suyos. Estuvimos una semana con mi esposa y nuestra nena de 10, la pasamos genial, hicimos de todo, caminatas, remo, rafting, cabalgatas y muchísimo mas. La comida esta buena, casera. Las habitaciones son antiguas pero muy buenas, nosotros teníamos tipo un departamento de dos habitaciones con baño. Es para volver y volver y si nuestra hija quiere, que lleve a sus hijos.
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