Llegamos al hotel “de rebote”. Teníamos una reserva en un hotel de la misma cadena y no pudimos llegar por la ventisca, así que nos cambiaron una noche a este hotel. La verdad es que no íbamos muy esperanzados por los comentarios que habíamos leído, que si era antiguo etc....está claro que cada uno lo ve con sus ojos. Es cierto que el edificio es antiguo pero está reformado, la ventanas son nuevas, las puertas...todo. Tiene mucho encanto, es muy cómodo, las camas son estupendas para descansar y las habitaciones muy amplias. Nosotros nos alojamos en una triple y tenía dos estancias separadas, con tv en cada una, frigorífico, sofá y unos grandes ventanales desde donde se veía la entrada del hotel. El desayuno es completo y muy bueno. El pan estaba recién hecho y nada prefabricado. Realmente acogedor. El servicio también es destacable, recepción se esforzó en ayudarnos, les pedimos un rascador para los cristales, para quitar el hielo y nos prestaron uno suyo particular. Nada que reprochar. Un gran servicio en conjunto. Si estás pensando en alojarte por allí no lo dudes. Después de un día de excursiones merece la pena una buena ducha y un buen colchón.…
aunque la situación de este hotel es muy buena y cuenta con unas piscinas al aire libre que lo hacen muy agradable, la habitación y el baño necesitan una reforma urgente. Mobiliario muy anticuado e incómodo. Es de los peores hoteles de la cadena Fosshotel en el que hemos estado. ¡Una pena!
La habitación muy antigua, y bastante peor que en otras de la cadena Fosshotel en las que estuvimos. En general este hotel no se corresponde con la categoria. Con tambien un baño viejo y anticuado. Incomodísimo para llevar la maleta desde el parking al hotel. Y dentro del hotel igualmente incómodo ya que tuvimos que bajar (y subir) las maletas por unas escaleras estechas. El restaurante no está mal pero más caro que otros restaurantes de la cadena Fosshotel, sin justificación.
El hotel tiene una buena ubicación, para hacer el recorrido de la isla. Pero nos dieron dos habitaciones en el piso de abajo y no había ascensor, tuvimos que bajar las maletas a mano, las habitaciones eran muy pequeñas y sin ninguna decoración, más bien parecían de un albergue. Una con vistas a una pradera, pero la otra daba a un jardín interior muy pequeño, y tenías que dejar las cortinas cerradas para que no te vieran. Desayuno muy rico y el trato del personal muy amable. Hay parking fuera
Nos hospedamos en el hotel una noche al finalizar el Golden Circle. El hotel es muy bonito, limpio y el desayuno muy bueno. Es importante tomar en cuenta que esta alejado de todo, por eso es portante o cenar antes de llegar o llegar a tiempo para la cena.
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