Hemos estado 6 días, en general todo bien, ( la habitación para tres es un poco pequeña), el cuarto de baño muy muy pequeño. La limpieza mejorable, pero todo eso se suple con el buen trato de Milagros. Nuestro hijo ha disfrutado un montón, pues había bastante niños de su edad y al ser una casa que tiene mucho jardín han podido jugar sin parar. La cocina hay que compartila con el lesto de inquilinos. El desayuno bien, aunque todos los días te ponen magdalenas y sobaos. Hemos conocido jente muy agradable. Lo recomendamos.
Llevamos cuatro años veraneando en Cantabria desde que nos enamoramos de esta tierra, en gran parte debido a Milagros y acabamos de volver porque nos apetecía conocer el norte en invierno. El hospedaje es una casa rural del tipo de cualquiera de las casas que hemos visitado a lo largo de nuestra vida, pero enclavada en un lugar privilegiado, fuera del centro de Santillana, lo que le proporciona una gran tranquilidad, aunque a un corto paseo de unos cinco minutos de la colegiata y con unas vistas hermosísimas del pueblo. El ambiente es muy familiar y el trato de Milagros y de toda su familia inmejorable. Se ofrece un desayuno que incluye leche de verdad, de sus propias vacas, con un sabor del que nos hace recordar la infancia y con el que además elaboran un queso buenísimo. Recomendamos probar especialmente el de rulo. La casa se encuentra muy cerca también de Suances, con lo que bajar a la playa en coche es cuestión de unos minutos, además de poder visitar cualquier punto de Cantabria o incluso del este de Asturias por su fácil acceso a la A8. Punto de referencia muy recomendable para una semana de veraneo o cualquier época del año para visitar el maravilloso entorno en un ambiente tranquilo y familiar.…
La verdad es que Milagros es bastante agradable y el marido ni aparecio por alli. La habitacion deja mucho que desear. no hay ni una silla para sentarse, las persianas rotas y el baño super pequeño, no podias sentarte en el water y cerrar la puerta. La mampara rota y con moho negro y ni una percha ni para colgar la toalla.El desayuno leche y sobaos sin mas ni siquiera cafe descafeinado. En cuanto al queso bastante mal queda porque estaba podrido y se lo dije y todavia estoy esperando despues de 8 meses que me dijo que me mandaba otro a que llegue. Le falta mucho mantenimiento. No nos gusto y no lo recomiendo.He ido a sitios mas baratos y mucho mejor equipados. Lo unico bueno es que esta muy bien situado.
La dueña de la cas es un angel, super maja y atenta. En el desayuno entra leche (recién ordeñada de sus vacas) y sobaos o magdalenas, también hay café o colacao. La convivencia es la clave para unas vacaciones de 10. Siempre sales de esa casa con nuevas amistades. Mi familia y yo llevamos 10baños seguidos pasando las vacaciones de verano y no podemos poner ningúna queja. También tienen una quesería (el queso se hace todo natural y de leche fresca) y está muy bueno y asequible. Un sitio recomendable
Es el tercer año que vamos a casa Milagros y tan hospitalaria como siempre. Casa en un paraje precioso ideal para visitar cualquier zona de Cantabria y desconectar de la ciudad. Casa muy acogedora a un paso de Santillana
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