Se trata de un pazo bonito en un entorno tranquilo de una aldea. Tanto la limpieza como el ambiente es adecuado y bonito. Sólo fui a comer y en mi opinión el adobe de la comida es demasiado fuerte. De postre comimos leche frita y no estaba buena. Volveré sólo si coincide que estoy por el lugar y a tomar el vermú o un café.
Hemos estado este fin de semana y nos ha encantado el sitio. El Palacio estaba decorado e iluminado por Navidad, con un gran árbol hecho de botellas, espectacular. La comida buenísima, el vino también, las habitaciones amplias y con maderas nobles. Un sitio para estar tranquilo y disfrutar del entorno. El trato de Flor y de todos igualmente familiar y excelente. Hemos venido encantados, nos hubiéramos quedado a vivir.
Hemos decidido acudir este fin de semana a este fantástico palacio que no conocíamos y aunque fuimos solamente de visita, hemos salido encantados. Lugar acogedor y con mucho encanto, ideal para visitar y tomarse uno de sus vinos en su fantástica terraza. Disponen de tienda en la cuál se pueden adquirir todos sus productos de elaboración propia y recuerdos de tu paso por este fantástico lugar. Parada obligatoria a todo el que visite El Bierzo.
Sitio espectacular hotel pequeñito pero con mil detalles, los trabajadores un encanto. Merece la pena pasar al menos una noche allí y disfrutar del desayuno , la cata de vinos que organizan y comer allí! Con ganas de repetir!
La habitación en que estuvimos es amplia pero sin ninguna comodidad en particular. Tienen el detalle de poner una botella de vino de su cosecha. El trato es correcto, sin más. Cumple pero para el precio de 100€ la noche esperábamos más. La cama no estaba preparada para temperatura fresca, solo.una colcha y una manta ligera en el armario. El sistema de luces es de todas encendidas o todas apagadas.
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