Complejo de turismo rural, formado por 12 casas de madera donde se admiten mascotas bajo petición y suplemento y un hotel de montaña con 15 habitaciones, restaurante y salón de convenciones.
Aras Rural, está situado a 95km de Valencia, concretamente en Aras de los Olmos, unos de los pulmones verdes de la Comunidad Valenciana.
Fuímos a pasar el puente de diciembre. El sitio (hotel, cabañas y restaurante) es muy bonito y tiene mucho potencial que no creo que sepan explotar. Para empezar tenían el restaurante cerrado y no avisaron ni en la web ni por teléfono, y por la zona no hay mucha más oferta gastronòmica. No obstante si preparaban desayunos, aunque tampoco sobresalían (esperas algo especial, más rústico, por el entorno y la gastronomía de la zona -hacen mieles, embotida, etc-, por ejemplo, la bollería era industrial teniendo un horno de pueblo a pocos metros). Por último en la web anuncian rutas de senderismo, y alquiler de bicicletas, pero las rutas eran más bien excasas, no tenían folletos ni códigos QR donde poder escanearlas; y en cuanto a las bicis no las alquilaban, tenían el centro BTT cerrado y tampoco lo habían avisado. En fin, es un sitio con mucho potencial que merece una mejor gestión por parte de sus gestores actuales. A pesar de lo dicho, volveremos por la zona, que bien lo merece (y tiene algún restaurante y alguna bodega dignos de ser visitados.…
Hemos pasado 3 días en una de las cabañas de Aras rural, 2 adultos y 2 niños, una de ellos precisó cuna que nos cedieron. En muy buen estado, amplias, con 2 habitaciones dobles y otra individual, baño completo, cocina comedor de gran dimensión comparadas con otras cabañas rurales. Los colchones y los utensilios de cocina (cacerolas y sartenes) sí merecen una renovación, pero por lo demás, vale la 2, aunque quizá en otra ocasión podamos disfrutarlo.
Mi opinión es sobre las cabañas, ya que me alojé allí, el hotel y restaurante, por las circunstancias actuales de la pandemia, lo tienen cerrado. La cabaña es muy acogedora y cómoda, son muy amplias, nada que ver con los típicos estrechos bungalows prefabricados. Tiene varias habitaciones, cocina, aseo, salón, y bien climatizado con radiadores de pared en todas las estancias, ideal para los días de otoño e invierno. Bien equipadas, con sábanas, mantas, toallas, y con todo lo necesario para poder cocinar, quizás se echa de menos que hubieran tazas para el café. Todas las cabañas están en un recinto cerrado al que se accede por una puerta automática de entrada para el vehículo, que puedes dejar en la misma puerta de la cabaña. En resumen, un lugar ideal para descansar y desconectar del mundanal ruido, por las noches solo hay silencio absoluto, y un cielo estrellado como no se ve en las ciudades. Decir que por la zona hay muchos lugares que visitar, a destacar la ruta del agua en la cercana Chelva, o el pueblo medieval de Alpuente, antigua taifa musulmana.…
Somos una Cooperativa de Integración Social ( Cooperativa Cuidiscap ) formada por familias con hijos con discapacidad moderada. Que regentamos un centro Multidisciplinar. Realizamos salidas con nuestros chicos y estuvimos en el hotel. El trato y la comida FUE MUY BUENO , ciertamente volveremos.
Un sitio adecuado para desconectar y hacer actividades en la naturaleza. El pueblo es pequeñito y tranquilo. El alojamiento una pasada, todo de madera, cama cómoda, Wifi, TV y demás. El personal atiende fantásticamente y la comida del restaurante está muy bien, así como también los desayunos. Hay un parking bastante amplio.
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